Mis queridos hermanos y amigos,

Todo cuanto existe en este vasto universo vibra y oscila como producto de la palabra emitida por Dios. “Al principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios”. (Juan 1:1)
La comunidad científica ha demostrado que toda comunicación en esta Tierra es sólo posible debido al campo energético que nos cubre, haciendo posible la resonancia entre frecuencias emitidas en la misma. Pero, ese campo energético tan especial, ¿se formó solo?... Ese campo no varía o fluctúa con el tiempo, es constante. Alguien lo creó y es el producto de la creación de un Ser perfecto.

La etapa anterior a la palabra es el pensamiento. Allí se origina todo, y es precisamente en esa etapa, cuando debemos elegir las palabras que vamos a emitir; ya sea para comunicarnos con los demás, como para producir los cambios que deseamos en nuestras vidas. Como dice el viejo adagio: “Somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos”.
Pero la Biblia nos enseña a través del apóstol Santiago: “Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. Así la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. ¡He aquí, un pequeño fuego cuán grande bosque enciende!” (Santiago 3:2-5).


Bien lo dice el apóstol Santiago: “Debemos ser sabios y mostrar con buena conversación nuestras obras en mansedumbre de sabiduría, porque no podemos usar la lengua para maldecir a un ser humano que fue hecho a semejanza de Dios.” (Santiago 3-9-13).

“Somos material en forma de energía en un vasto universo que es testigo de nuestra existencia y al usar la palabra como conviene, producimos sinergia entre los seres con la consecuente paz que todos necesitamos.”
* Este tema es dilucidado profundamente en mi libro: “CONOCIENDO A DIOS A TRAVÉS DE LA CIENCIA”.
En resumen, y como dice el poema: “Las palabras, son tan livianas como el viento, pero tienen un poder tan grande como el universo, que con una palabra se puede vivir y por una palabra se puede morir”, y como paráfrasis, en tiempos antiguos, se anunció el advenimiento del Salvador del mundo y se puso de manifiesto el reino de Dios a través de la Palabra inspirada; palabra que descendía de los atrios celestiales para beneficio del hombre y que todavía está disponible para alumbrar nuestros caminos con destino hacia la eternidad.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días, nos ha hablado por el hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; quien sustenta todas las cosas con la PALABRA DE SU PODER”. (Hebreos 1:1-3).
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días, nos ha hablado por el hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; quien sustenta todas las cosas con la PALABRA DE SU PODER”. (Hebreos 1:1-3).
¡Hoy por hoy, esa misma palabra tiene poder para edificarnos y darnos herencia con todos los santificados!
¡Qué Dios los bendiga rica y abundantemente!
Frank Zorrilla
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