Mis queridos amigos y hermanos,
Síndrome del avesru |
La indolencia impone su juicio bajo el manto de la pereza y la desidia que doblegan la voluntad.
Al final cargarás tu cruz; cuando intolerablemente todo se haya desgajado; cuando el antifaz revele tu rostro; cuando las posibilidades se conviertan en infortunios.
Frank Zorrilla
¿Pueden imaginar a qué hacen referencia las estrofas de este poema? Metafóricamente hablando, se refiere: a la tendencia humana de no lidiar prontamente con una situación o crisis que requiere atención inmediata. Me refiero al: “Síndrome del Avestruz” o “El miedo a enfrentarse con la realidad”.
Cómo es de todos conocido, o al menos, la gran mayoría; el avestruz tiene la peculiaridad de esconder la cabeza cuando está en un estado de peligro y siente miedo; cómo si al cubrir sus ojos en la oscuridad, o al no ver la amenaza que le puede causar daño, esta desaparecerá como por arte de magia. El pavor es tan grande, que no concibe otra realidad, más que de engañarse; e intuye la oscuridad como medio de salvaguardar su vida.
Los seres humanos también sufrimos del: “Síndrome del Avestruz”; nos intimida la realidad, y muchas veces escogemos el estado de inercia o inacción para no lidiar con la situación. Esta condición, afecta a los políticos de turno, con la práctica del ñangotismo mezquino para mantener en vigencia el desfalco moral y social que les compele; a hombres de negocios, y su conocimiento de la racionalidad económica y alevosía mercantil en la volatilidad del mercado financiero; a eclesiásticos, y la ceguera voluntaria que les impide denunciar de una forma coherente y abierta las prácticas abominables entre su clérigo; a científicos, y la manipulación de información mediática; e inclusive, a tecnócratas, y sus análisis simplistas con soluciones quiméricas.
Desafortunadamente, nuestros líderes también padecen de este mal que resquebraja la voluntad de actuar oportunamente para lidiar con muchos problemas sociales, ambientales, económicos y de salud. Sus actos y sus pronunciamientos ante diversas crisis sociales, así lo han demostrado.
Estamos cavando un hueco para no ver la realidad, (Efecto Avestruz) y con este tipo de actitud, nunca podremos planificar de una manera efectiva y adecuada, futuras crisis por venir. Crisis de grandes proporciones que necesitan ser enfrentadas con entereza y virilidad.
Para nadie es un secreto de que existe una mediocridad indiscutible en lo que respecta a la tarea de encontrar soluciones dinámicas y cualitativas que beneficien a todos los integrantes de esta aldea global a la que pertenecemos. Es el caso de: los problemas ambientales, la escasez y distribución equitativa de los recursos naturales, de la súper población, etc. Todos estos temas son discutidos muy superficialmente en los foros políticos mundiales, pero lastimosamente, los controles logísticos, la puesta en marcha de las resoluciones aprobadas y las iniciativas en conjunto a nivel global, son aplazadas para tratar temas que más bien inclinan la balanza para adoptar actitud beligerante, como son:
¨ Debatir problemas territoriales para beneficiar ciertos grupos. Cómo si no perteneciésemos al mismo planeta y cómo si no fuésemos hijos del Dios Altísimo.
¨ El armamentismo desmedido para conservar una paz ilusoria que sólo beneficia a las potencias que practican el Maquiavelismo como doctrina. El hombre no entiende que, “nunca existirá paz y tranquilidad” mientras exista hambruna, desequilibrio económico e intolerancia racial y social.
¡La lista de esos temas que se debaten y discuten con desmesura puede ser larga, pero no necesariamente productiva! Más en cambio, temas como:
¨ El calentamiento global y los efectos colaterales de la producción industrial
¨ La escasez de agua potable y su desperdicio (escasez que afecta a 1.2 billones de personas a nivel de todos los continente).
¨ La deficiencia de servicios sanitarios y el incremento de pandémias a nivel global
¨ El deterioro de la cadena alimenticia y la escasez de alimentos
¨ La contaminación de los ríos debido a desechos industriales
¨ La extinción de especies y su hábitat (especies que contribuyen al balance natural del planeta; ya sea en los mares, ríos, bosques).
¨ La explotación amazónica (Gran pulmón natural para la vida del planeta que libera el 50% del Oxigeno necesario para la vida de los seres humanos).
¨ El uso indiscriminado de energía nuclear y el mal manejo de los desechos radiactivos
¨ El deficiente control de los desperdicios orgánicos e inorgánicos
Todos estos temas mencionados, son temas inquietantes. Son temas que corresponden a nuestra realidad con matices de catástrofe. Realidad que afecta a cada uno de los seres que habitamos el planeta, por tanto, es responsabilidad de todos; ya que todos somos participes de una manera u otra del deterioro del mismo. Ahora bien, ¿Qué estamos haciendo para mediar con esa espantosa realidad?
Lastimosamente, preferimos padecer conscientemente del “Síndrome del Avestruz”, y actuamos como si todo es un espejismo producto de nuestras atribuladas conciencias. Tenemos miedo de aceptar de que en efecto, el peligro es inminente. ¡Preferimos procrastinar o posponer para otro momento, situaciones que ameritan sacrificio, sustituyéndolas por acciones más irrelevantes y agradables!... ¡No existe peor ciego que el que no quiere ver!
Lastimosamente, preferimos padecer conscientemente del “Síndrome del Avestruz”, y actuamos como si todo es un espejismo producto de nuestras atribuladas conciencias. Tenemos miedo de aceptar de que en efecto, el peligro es inminente. ¡Preferimos procrastinar o posponer para otro momento, situaciones que ameritan sacrificio, sustituyéndolas por acciones más irrelevantes y agradables!... ¡No existe peor ciego que el que no quiere ver!
¿Es el cristiano inmune a padecer de este Síndrome?...-
Al cristiano le afecta desde dos vertientes: Desde el "aspecto espiritual" y desde el "aspecto ético cívico".
Al cristiano le afecta desde dos vertientes: Desde el "aspecto espiritual" y desde el "aspecto ético cívico".
Desde el aspecto “ESPIRITUAL”: El seguidor de Cristo, como ser humano, puede tener deficiencias; y es normal que descuide ciertos valores que afectan negativamente a su consagración; imposibilitando así una verdadera y profunda transformación hacia la santidad. Sabemos lo que debemos hacer para agradar a Dios, más preferimos exhibir el antifaz y adoptar el “estigma de Caín” para ver la realidad a medias y padecer del “Síndrome del Avestruz religioso”, pero al hacer esto, olvidamos que Dios no puede ser burlado y que al adoptar esa actitud, nos engañamos miserablemente.
¿Qué nos sugiere el apóstol Pablo?: “Procurad la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:1).
Desde el aspecto “ÉTICO CÍVICO”- En algunas denominaciones religiosas, y muchos creyentes en particular, existe la creencia o una errónea interpretación del papel que éste (el seguidor de la doctrina cristiana) debe desempeñar en la Tierra. Creen ilusamente, y adoptan la idea absurda de que los problemas de esta Tierra no les concierne en lo absoluto; fijan la vista al cielo y se concentran fanáticamente en el infinito para entender la mente de Dios, su advenimiento y sus designios. Más como señalan las Sagradas Escrituras: “todos daremos cuenta de nuestra mayordomía en esta Tierra, porque somos parte de ella”. (Mateo 25:14-20).
Todos somos atraídos por gravedad hacia la esencia misma de lo creado; y sólo levitará nuestro espíritu cuando entendamos la esencia misma de la creación.
Todos somos atraídos por gravedad hacia la esencia misma de lo creado; y sólo levitará nuestro espíritu cuando entendamos la esencia misma de la creación.
Y aquí la pregunta, ¿Estás dispuesto/a a sacar tu cabeza del agujero, mirar tu ambiente y trabajar ardua y afanosamente en las cosas que has estado postergando?...
Si así lo decides, Dios te dará las fuerzas para tener éxito y te acompañará en tu jornada para protegerte: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9).
Si así lo decides, Dios te dará las fuerzas para tener éxito y te acompañará en tu jornada para protegerte: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9).
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!
Frank Zorrilla