viernes, 28 de febrero de 2014

PRACTICANDO LA FE CRISTIANA ENTRE LOBOS


Mis queridos amigos y hermanos,


 “La mayor necesidad de este mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren, hombres que sean sinceros y honestos en lo más íntimo de sus almas, hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde, hombres que sean tan leales al deber como la brújula al polo, hombres que se mantengan departe de la justicia, aunque se desplomen los cielos.” Elena G. de White.

     Vivimos en un mundo convulsionado, donde la escasez material y espiritual abunda en cantidades industriales; un mundo, donde la intranquilidad social es el común denominador; en donde la felicidad y el regocijo, son emociones transitorias y efímeras, y las proyecciones que se vislumbran para el futuro no son muy alentadoras; un mundo donde las esperanzas para un mañana mejor se convierten en sólo una ilusión, y el progreso del hombre es un progreso patético y utópico, carente de soluciones permanentes.
     El hombre, al no encontrar soluciones que satisfagan sus necesidades espirituales, y al tener la incertidumbre escatológica de cómo será la vida después de la muerte, no tiene otra alternativa que abrazarse a las promesas que Dios enuncia a través de sus profetas: “Promesas de redención o de destrucción. Las primeras, de regocijo espiritual y de vida eterna, para los que decidan guardar ciertos preceptos, estatutos, ordenanzas y mandatos, o las segundas, padecer el terrible castigo por desobedecer las leyes establecidas por Dios.
     Siendo el hombre un ser con capacidad racional, y al tener la libertad que le confiere su estatus de libre albedrío; éste tiene la oportunidad de elegir entre: Obedecer esos preceptos, mandatos o estatutos, abandonando con desdén satisfacciones carnales prohibidas por el evangelio y empezar un nuevo renacer hacia la purificación espiritual con el fin de ser participe del eterno galardón o recompensa para los fieles o por el contrario, hacer caso omiso a esos estatutos, y continuar su vida de acuerdo a sus propios principios y criterio, no importándole las consecuencias futuras.
     La primera opción, la opción de: “Salvación”, nos invita a congregarnos para compartir y robustecer la creencia a esa promesa a través de la fe. Pero durante la práctica y desarrollo de esta fe, nos podemos convertir en posibles víctimas de las acciones y maniobras de facinerosos; “falsos líderes espirituales que sin el menor escrúpulo, utilizan el poder que le adjudica la congregación y o jerarquía de la iglesia, para satisfacer sus intereses personales; cometiendo bajo la influencia de su investidura, un sin número actos lascivos de fechorías, iniquidades y vileza en contra de la feligresía incauta que como borregos mansos, son llevados al matadero por su verdugo.
     Desde antes de la venida del Señor a esta Tierra; desde sus atrios celestiales, el hijo de Dios veía con tristeza, como la vida del hombre iba rumbo al despeñadero bajo la guía mediocre de aquellos que se llamaban: deres espirituales. Veía la necesidad de venir a poner orden en la casa de Israel. ¡El mismo Satanás orquestaba el caos junto con sus ángeles caídos dentro del mismo seno de la iglesia para descarriar y confundir a aquellos que buscaban reconciliarse con Dios y seguir sus preceptos!
     Estos discípulos satánicos o falsos líderes religiosos se han beneficiado a través de los siglos, amasando fortunas y viviendo una vida holgada con bienes materiales; además de satisfacer sus lujurias y bajas pasiones seduciendo con astucia, a la mayoría de la feligresía utilizando los escritos de la Biblia como instrumento y dando interpretaciones distorsionadas o amañadas como medio de convencimiento. Pero lo más grave de esta situación, es que dentro de la feligresía, existe un grupo muy especial; me refiero al más desvalido e indefenso, nuestros niños y adolescentes”, quienes son ctimas de estos depredadores pedófilos.

Lamentablemente, no son pocas las veces que hemos leído, visto u oído a través de los medios escritos, televisivos o radiofónicos sobre líderes religiosos (pastores, sacerdotes, reverendos, etc.) acusados de diferentes delitos. Entre esos delitos: Abuso sexual a menores, enriquecimiento a expensas de la feligresía, profetas de acontecimientos futuros, etc.   
     En la categoría de predadores sexuales podemos mencionar a: David Koresh, líder espiritual de la rama Davidiana en Waco Texas en 1993, quien se consideraba descendiente directo del rey David, esposándose con un sin número de adolescentes (entre los 14 y 19 años) de su congregación, e inclusive, llegando a procrear 24 hijos con esas adolescentes en un tipo de relación incesto.
     También fue el caso de Warren Jeffs, de la iglesia fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los últimos días, quien fue arrestado y acusado en el 2011 por tener hasta 60 esposas dentro de su congregación. 
     Lo mismo ha sucedido en algunas arquidiócesis católicas alrededor del mundo, donde las aberraciones sexuales cómo: la pedofilia y actos de sodomía por parte de curas católicos, han estado a la orden del día. Acusaciones que han caído en manos de tribunales, y donde el prelado católico o las altas jerarquías de la iglesia han tenido que desembolsar cuantiosa cantidad de dinero debido a las demandas en los tribunales.
     En la categoría de líderes religiosos sin escrúpulo, se encuentran los que viven en la  opulencia, gracias a la contribución monetaria de los fieles, como es el caso muy ventilado del difunto pastor: José Luis de Jesús Miranda, quien se consideraba ser: ¡la reencarnación de Dios!, teniendo miles de seguidores que creían en sus barrabasadas, al igual que muchos otros, que viven una vida holgada económicamente debido al beneficio que sustraen de la feligresía ingenua.
     En última categoría se encuentran los peligrosos líderes con dones de profecía, aquellos que pronostican eventos apocalípticos o cataclismos, anunciando un inminente fin de los tiempos y desatando entre sus seguidores algarabía, confusión e inclusive, llegar hasta el extremo de inmolarse para ganar el cielo; como fue el caso de la matanza de Jonestown, Guyana Inglesa el 18 de noviembre de 1978 cuando según reportes periodísticos, un grupo de 900 feligreses de una iglesia Pentecostal (entre ellos 150 niños menores de 15 años) liderados por el reverendo Jim Jones, decidieron suicidarse por el temor de un inminente fin de los tiempos.
     No podemos olvidar el caso más reciente del evangelista Harold Camping, quien anunció que el fin del mundo era el 21 de Mayo del 2011. Sus seguidores, vendieron todas sus pertenencias e inundaron las calles y los medios de comunicación con una campaña exorbitante para que la gente se preparara para ese día. Desgraciadamente para estos ingenuos creyentes empedernidos, el mundo continúa su marcha y ellos están en la indigencia gracias a los cálculos erráticos de su disparatado líder espiritual con dones de profecía.
     Por increíbles e insólitos que parezcan estos casos que he mencionado; no debemos alarmarnos, porque son eventos que se han repetido una y otra vez a través de la historia. Es decir, son eventos cíclicos que seguirán aconteciendo hasta la segunda venida del Señor en gloria.

     En el libro: “CONOCIENDO A DIOS A TRAVÉS DE LA CIENCIA”, en el tema: “Jesucristo el transformador de nuestras vidas”, hago mención de las denuncias y reprensiones por parte del hijo de Dios a los líderes espirituales de esa época. Jesús fustigó la práctica de los escribas y fariseos (doctores de la ley Mosaica y de los profetas), quienes imponían sus propias leyes y enseñaban erróneamente el camino hacia Dios.
     El pueblo de Israel en los tiempos de Jesús, estaba ciego, porque estaba liderado por “ciegos espirituales”, pero desafortunadamente, 2000 años después, ese despertar en la visión del evangelio, no ha menguado las malsanas intenciones, las engañosas maniobras y las horribles aspiraciones del enemigo de Dios para seguir utilizando a sus ángeles caídos dentro de las iglesias con el explícito propósito de seguir confundiendo a la humanidad.
     Estos falsos líderes espirituales seguirán apareciendo, hasta la muy esperada segunda venida de Cristo; cuando el diablo y sus secuaces sean lanzados al lago de fuego y azufre para ser atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos.
     Mientras tanto, ¿Qué podemos hacer para evitar ser engañados por estos falsos líderes espirituales o religiosos?-
· Primero, escudriñar Las Escrituras. El apóstol Pablo amonesta: “Más los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3:13-15).
· Segundo, el Señor Jesús nos dio pautas y nos instó a ser cautos y precavidos ante estos falsos profetas y líderes espirituales oportunistas que vienen a hablar en su nombre.
“Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.” (Mateo 24:5)... 
 “Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:11-12). 
“Si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán si fuere posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24:23-24).
· Y por Último, tomar el consejo del apóstol Juan: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él." (1Juan 2:4). Y nos da otra distinción: “Aquel que dice que está en Cristo, debe andar como Cristo anduvo.” (1Juan 2:6).
     En estos momentos de zarandeo, sólo quiero dejar una última reflexión: “Sed sobrios, y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe. Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, te perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” (1Pedro 5:8).

¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!

Frank Zorrilla