Mis queridos amigos y hermanos,

Vivimos en un mundo convulsionado, donde la escasez material y espiritual abunda en cantidades industriales; un mundo, donde la intranquilidad social es el común denominador; en donde la felicidad y el regocijo, son emociones transitorias y efímeras, y las proyecciones que se vislumbran para el futuro no son muy alentadoras; un mundo donde las esperanzas para un mañana mejor se convierten en sólo una ilusión, y el progreso del hombre es un progreso patético y utópico, carente de soluciones permanentes.
El hombre, al no encontrar soluciones que satisfagan sus necesidades espirituales, y al tener la incertidumbre escatológica de cómo será la vida después de la muerte, no tiene otra alternativa que abrazarse a las promesas que Dios enuncia a través de sus profetas: “Promesas de redención o de destrucción”. Las primeras, de regocijo espiritual y de vida eterna, para los que decidan guardar ciertos preceptos, estatutos, ordenanzas y mandatos, o las segundas, padecer el terrible castigo por desobedecer las leyes establecidas por Dios.

La primera opción, la opción de: “Salvación”, nos invita a congregarnos para compartir y robustecer la creencia a esa promesa a través de la fe. Pero durante la práctica y desarrollo de esta fe, nos podemos convertir en posibles víctimas de las acciones y maniobras de facinerosos; “falsos líderes espirituales” que sin el menor escrúpulo, utilizan el poder que le adjudica la congregación y o jerarquía de la iglesia, para satisfacer sus intereses personales; cometiendo bajo la influencia de su investidura, un sin número actos lascivos de fechorías, iniquidades y vileza en contra de la feligresía incauta que como borregos mansos, son llevados al matadero por su verdugo.
Desde antes de la venida del Señor a esta Tierra; desde sus atrios celestiales, el hijo de Dios veía con tristeza, como la vida del hombre iba rumbo al despeñadero bajo la guía mediocre de aquellos que se llamaban: “Líderes espirituales”. Veía la necesidad de venir a poner orden en la casa de Israel. ¡El mismo Satanás orquestaba el caos junto con sus ángeles caídos dentro del mismo seno de la iglesia para descarriar y confundir a aquellos que buscaban reconciliarse con Dios y seguir sus preceptos!



También fue el caso de Warren Jeffs, de la iglesia fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los últimos días, quien fue arrestado y acusado en el 2011 por tener hasta 60 esposas dentro de su congregación.
Lo mismo ha sucedido en algunas arquidiócesis católicas alrededor del mundo, donde las aberraciones sexuales cómo: la pedofilia y actos de sodomía por parte de curas católicos, han estado a la orden del día. Acusaciones que han caído en manos de tribunales, y donde el prelado católico o las altas jerarquías de la iglesia han tenido que desembolsar cuantiosa cantidad de dinero debido a las demandas en los tribunales.



Por increíbles e insólitos que parezcan estos casos que he mencionado; no debemos alarmarnos, porque
son eventos que se han repetido una y otra vez a través de la historia. Es decir, son eventos cíclicos que seguirán aconteciendo hasta la segunda venida del Señor en gloria.
En el libro: “CONOCIENDO A DIOS A TRAVÉS DE LA CIENCIA”, en el tema: “Jesucristo el transformador de nuestras vidas”, hago mención de las denuncias y reprensiones por parte del hijo de Dios a los líderes espirituales de esa época. Jesús fustigó la práctica de los escribas y fariseos (doctores de la ley Mosaica y de los profetas), quienes imponían sus propias leyes y enseñaban erróneamente el camino hacia Dios.

Estos falsos líderes espirituales seguirán apareciendo, hasta la muy esperada segunda venida de Cristo; cuando el diablo y sus secuaces sean lanzados al lago de fuego y azufre para ser atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos.
Mientras tanto, ¿Qué podemos hacer para evitar ser engañados por estos falsos líderes espirituales o religiosos?-
· Primero, escudriñar Las Escrituras. El apóstol Pablo amonesta: “Más los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3:13-15).
· Segundo, el Señor Jesús nos dio pautas y nos instó a ser cautos y precavidos ante estos falsos profetas y líderes espirituales oportunistas que vienen a hablar en su nombre.
“Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.” (Mateo 24:5)...
“Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:11-12).
“Si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán si fuere posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24:23-24).
· Y por Último, tomar el consejo del apóstol Juan: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él." (1Juan 2:4). Y nos da otra distinción: “Aquel que dice que está en Cristo, debe andar como Cristo anduvo.” (1Juan 2:6).
En estos momentos de zarandeo, sólo quiero dejar una última reflexión: “Sed sobrios, y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe. Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, te perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” (1Pedro 5:8).
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!
Frank Zorrilla