¡Cuánto nos gustaría poseer una bola de
cristal, un libro mágico o conocer el secreto de la transmutación de la materia
para echar una ojeada al futuro!-
Como es de esperarse, la
incertidumbre de saber lo que sucederá en el futuro, le abrió las puertas a embaucadores
y estafadores para ofrecer sus servicios a lo largo y ancho del entramado social.
Esto incluye a reyes de la antigüedad como a líderes de nuestros tiempos... En
la antigüedad, los verdaderos emisarios o auténticos profetas fueron
resistidos, mientras los falsos formaron parte de la corte del rey sirviendo a
sus intereses. Sólo imagino la casería de brujas que se originaba cuando estos “videntes o adivinos” acusaban
falsamente a algún opositor del reino…
Walter Mercado |
práctica de quiromancia |
El psicólogo Betram Forer observó que la gente tiende a aceptar descripciones
personales vagas y generales como aplicadas a ellos sin darse cuenta que la
misma descripción podría ser aplicada a cualquiera. De ahí, el por qué tantas
personas piensan que las pseudociencias como: la astrología, cartomancia,
quiromancia, adivinación, métodos oraculares funcionan.
Leyendo la taza de café |
Estos falsos
profetas introducen herejías solapadamente y usan la seducción para engañar
a muchos…Tal como ocurría en el Israel de la antigüedad, en la
iglesia moderna también tendremos que lidiar con esos falsos profetas que procurarán engañarnos.
Lastimosamente, son muchos los que sufren
del efecto Forer, incluyendo a
muchos feligreses que esperan recibir noticias de Dios por parte de profetas y
profetizas.
El principio de incertidumbre y el método deductivo
son dos variantes importantes que siempre tienen lugar en las creencias de fenómenos
de carácter esotérico o que no tienen explicación lógica, y los falsos profetas contemporáneos utilizarán esos medios como forma de persuadir y
confundir.
No existe
la menor duda que Dios utilizó diversos medios para revelar su voluntad a través
de personas ascetas. Esto lo podemos notar en la epístola a los Hebreos cuando
dice: “Dios, habiendo hablado en otro
tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas.” (Hechos 1:1).
El hecho de que existan “adivinos” o “falsos profetas” dentro
de las diversas congregaciones religiosas, anunciando el fin del mundo, pronunciándose
sobre cataclismos a nivel mundial, prediciendo acontecimientos políticos, etc. y
aún a pesar de errar en sus vaticinios, exista un apoyo incondicional, tanto a
nivel de feligresía como eclesiástico, es una clara indicación de que estamos
sumidos en una religiosidad perniciosa o en un fanatismo empedernido.
1.
Si alguno proclamaba un anuncio y el mismo se cumplía, pero a su vez
invitase a adorar a otros dioses, él tal profeta era falso y debía ser ejecutado. (Deuteronomio 13:1-5).
2.
Si alguno anunciaba en nombre de Jehová algún evento y resultase que
el mismo no se cumplía, entonces debía ser calificado como un falso profeta.
Como tal debía ser ejecutado. (Deuteronomio
18:20-22).
¡Qué afortunados son los profetas modernos, cuyas predicciones y vaticinios carecen de
fiabilidad!… Como
pudimos ver en el libro de Deuteronomio,
estos clarividentes eran calificados de “falsos
profetas” y eran ejecutados.
Durante distintas épocas y por diversas
razones, Dios utilizó a ciertos hombres para revelar su voluntad, ya sea: a través de sueños (estado pasivo e inconsciente
con imágenes mentales), a través de
la teofanía (estado activo y
consciente donde existía una interrelación en forma corporal y visible) y a
través de visiones (estado activo y consciente con imágenes mentales).
Dado que
Satanás siempre pretende engañar a los hombres, el Señor estableció normas que indicaban con toda claridad cuales
debían ser las cualidades y características de los auténticos profetas. Pero
esto no facilitó las cosas. Muchas veces los falsos profetas gozaron
de gran popularidad mientras que los auténticos fueron perseguidos.
El apóstol
Pedro advirtió que así como hubo falsos profetas entre los israelitas
también los habría en medio de la iglesia del Señor. “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente
herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos destrucción repentina.” (2 Pedro 2:1).
La finalidad es exactamente la misma: inducir al error. Entonces digamos que
la experiencia del pueblo de Israel así como las lecciones que podemos aprender
de la historia de la iglesia son una constante advertencia acerca del nefasto
resultado que implica seguir anuncios espurios. El
Señor Jesucristo, dirigiéndose a sus discípulos, les dijo: “Mirad que nadie os engañe.” (Mateo 24:4).
Esta
capacidad para distinguir la mentira de la verdad no reside en algún elemento
subjetivo sino en un elemento bien concreto;
la Biblia, la palabra de Dios.
¡Qué Dios
los bendiga y los guarde!
Frank
Zorrilla