Mis queridos amigos y hermanos,

Dorothy Parker.
En la antigua Grecia, el aspecto físico del hombre, especialmente las facciones del rostro, era considerado un don divino, una manifestación de semejanza con los dioses. Por eso, quienes gozaban de un rostro simétrico y agradable a la vista gozaban de favores especiales y vivían en una nube de halagos y tributos. En aquella época, ser fisicamente hermoso era sinónimo de ser "bueno e inteligente". El culto a la imagen no era sólo una práctica cultural, sino también religiosa.
Este pensamiento no fue exclusivo de los griegos. Los romanos también adoptaron esa creencia, llegando incluso a establecer proporciones faciales exactas como representación de la perfección y la armonía divina.
Con el Renacimiento europeo y su resurgimiento artístico, este ideal se acentuó aún más. La imagen física pasó a ser vista como un componente esencial para alcanzar la armonía entre la naturaleza, el hombre y lo divino. Por inferencia, todo lo contrario a la belleza se asociaba con la torpeza, la ignorancia, la maldad y la disonancia con los designios de Dios.
¿Crees que esa asociación entre "buenas facciones" e inteligencia o virtud ha disminuido con los años?-
¡Definitivamente no!... Aún hoy, desde edades tempranas, nuestros sistemas sociales nos enseñan a valorar y juzgar un rostro simétrico como símbolo de belleza, bondad, inteligencia y hasta espiritualidad. Pero como advierte Moliére:
“Las apariencias engañan la mayoría de las veces; no siempre hay que juzgar por lo que se ve.”
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Imagen de Cristo griego |
“Cuando vemos a alguien físicamente agraciado, nuestro subconsciente, por asociación, asume que también ha sido bendecido en otros aspectos. Es una de las muchas características asociadas al estatus que podemos identificar en las primeras interacciones con una persona. Es como si se pensara que la belleza provee de una especie de halo que ilumina todo a su paso."
Lisa Slattery Walker (psicóloga social).
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diversas fisonomías |
Es tal el grado de ignorancia colectiva sobre las creencias griegas, que investigaciones en colegios y en universidades revelan que muchos profesores tienden a asumir que los estudiantes atractivos son más competentes e inteligentes, lo que se refleja en las calificaciones que les otorgan.
¿Sabías que el ideal griego de belleza nunca ha caducado y aún sigue moldeando nuestras decisiones cotidianas?...
Aquí algunos ejemplos:
- En el ámbito laboral, cuando todos los factores son iguales, las personas atractivas tienden a ganar más dinero y a obtener puestos de mayor responsabilidad.
- En los tribunales, los acusados atractivos suelen recibir sentencias más leves, e incluso, en algunos casos, evitan la condena.
- Los demandantes fisicamente atractivos tienen más probabilidades de ganar sus casos o de recibir mejores acuerdos monetarios.
"Ser bello te confiere ventajas durante toda la vida, desde el colegio hasta el lugar de trabajo."
Lisa Slattery Walker
En este mundo, la belleza se ha convertido en una necesidad social. No sorprende que tanto hombres y mujeres acudan a cirujanos estéticos, incluso arriesgando la vida para transformar su apariencia y alcanzar ese estándar de atractivo.
La Biblia no ignora la belleza física. Hay personajes descritos como atractivos.
- La esposa de Abraham. “Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto.” (Génesis 12:11).
- La esposa de Isaac. “Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido.” (Génesis 24:16).
- José, vendido a Egipto. “Y era José de hermoso semblante y bella presencia.” (Génesis 39:6).
- El rey David. “y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer.” (1Samuel 16:12).
- Absalón, el hijo de David. “Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto.” (2Samuel 14:25).
Sin embargo, hay una omisión notable: la Biblia no describe el aspecto físico de la virgen Maria, madre de Jesús. Sólo se limita a resaltar su belleza espiritual:
“¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” (Lucas 1:28).
Y más impresionante aún es cómo el profeta Isaías describe al Mesías:
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posible rostro de Jesús |
Como podemos apreciar en los escritos del profeta Isaías, Jesús no tenía la descripción que vemos en los cuadros e imágenes. Él no vino con un físico espectacular, porque su misión era tocar el corazón, no cautivar con la imagen. Dios sabía que si su Hijo tuviera un aspecto irresistible, se desviaría la atención del mensaje de salvación. Por eso, nos dio a un Cristo de manos encallecidas por su trabajo como carpintero, de pies endurecidos por sus incansables caminatas entre ciudades y aldeas, de mirada profunda que leía el alma, no la apariencia o el aspecto físico.
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Michael Jackson después de diversas intervenciones estéticas |
Es momento de romper con esta programación mental a la que hemos sido sometidos, y entender que lo externo representa solamente el “YO” y sus deseos. En cambio, debemos enfocarnos diligentemente en la búsqueda de la perfección espiritual: la unidad con lo divino, la homogeneidad y armonía entre los seres creados.
El apóstol Pablo nos da una perspectiva de cómo debemos comportarnos:
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” (Gálatas 5:16-17).
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!
Frank Zorrilla