sábado, 16 de diciembre de 2017

El MANÁ, EL ORO Y EL CORAZÓN: "La Fórmula Olvidada de la Transformación Espiritual"

Dibujo egipcio donde se cree hace alusión al ORMES
Mis queridos amigos y hermanos,  

Del oro del desierto al pan del cielo: cómo Dios purifica la visión interior a través de un corazón rendido.


     ¿Qué grandes misterios ocultan las antiguas civilizaciones?

     Durante siglos, el maná que alimentó al pueblo de Israel en el desierto ha sido considerado un milagro divino y un misterio sin resolver. Sin embargo, en tiempos recientes, algunos investigadores han comenzado a preguntarse: ¿y si aquel "pan del cielo" tenía una composición más compleja y poderosa de lo que imaginamos? ¿Podría estar relacionado con el legendario oro monoatómico o ORMES, un compuesto asociado a la alquimia antigua y la activación espiritual?


     Este artículo propone una exploración profunda desde tres perspectivas:

1.     El relato bíblico y su significado espiritual.

2.     La historia esotérica y científica especulativa del ORMES.

3.     La conexión entre el maná, la glándula pineal, el corazón humano y el propósito de Dios.

     Diversas culturas antiguas —como Egipto, India, Persia y China— manifestaron un nivel de conocimiento que aún hoy sorprende a la ciencia moderna. Entre las habilidades que dominaban estaban la arquitectura, la astronomía, la química avanzada y, muy especialmente, la alquimia

     Una figura recurrente en estos relatos es el oro: no como adorno, sino como puerta a una realidad espiritual más elevada. Se ha especulado que los alquimistas conocían un secreto perdido: cómo convertir el oro en una sustancia blanca, pura y consumible, llamada oro monoatómico. 

     ¿Qué es el ORMES?


      El término ORMES proviene de Orbitally Rearranged Monoatomic Elements (Elementos Reordenaos Monoatómicamente). Es un estado exótico de la materia, donde los metales no forman ligazón ni cristales, sino que existen como átomos simples y separados donde el oro, platino, iridio, rodeo, níquel, rutenio, paladio, plata, osmio, mercurio están presentes. Según algunos, estos metales súper conductores activan nuestro sistema eléctrico actuando como catalizadores positivos transformando nuestro cuerpo en alcalino y haciéndonos resonar a frecuencias muy altas.
     A este estado se le atribuyen propiedades casi místicas: 

  • Estimulacion de la glándula pineal
  • Regeneración celular
  • Aumento de la longevidad
  • Mejora de la actividad cerebral y espiritual
  • Purificación energetica

     Algunos estudiosos creen que la Gran Pirámide de Giza podría haber sido usada como un horno alquímico para producir esta sustancia, que solo era consumida por la realeza y la élite espiritual e incluso, no faltan las hipótesis descabelladas y fábulas sobre la participación de extraterrestres "Anunakis" quienes esclavizaron a la raza humana, y estos, aprendieron la tecnología de sus amos. 
No obstante, no existen suficientes elementos objetivos para afirmar con certeza que fuese así, por tanto, queda a la especulación y a la imaginación. 

     ¿Fue el Becerro de oro un acto alquímico de Moisés?

      Cuando Moisés descendió del Sinaí y encontró al pueblo adorando el becerro de oro, realizó una acción sorprendente:

     "Tomó el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo, lo esparció sobre el agua y se lo hizo beber a los hijos de Israel." (Éxodo 32:20)

     ¿Fue un castigo simbólico? ¿O también un acto de purificación con efectos físicos y espirituales?

     Desde una lectura especulativa, Moisés —formado en la sabiduría egipcia— pudo haber transformado el oro en una forma primitiva de ORMES. Su consumo forzado tal vez tenía la intención de: 

  • Desintoxicar la mente del pueblo de su influencia idolátrica.
  • Limpiar sus canales espirituales, incluyendo la glándula pineal, para recibir la revelación divina del Sinaí.
 

   
¿Tenía el maná o alimento divino, alguna propiedad transformadora?


      "Era blanco como semilla de cilantro, y su sabor como hojuelas con miel." (Éxodo 16:31)

     El maná, descrito como un alimento misterioso que caía del cielo, sustentó al pueblo de Israel durante 40 años. No solo los alimentó, sino que:

  • Ninguno se enfermó.
  • Sus ropas y sandalias no se desgastaron.
  • Sobrevivieron sin necesidad de otra fuente nutricional.

     Algunos creen que el maná fue una forma divina de ORMES natural, diseñada por Dios para mantener no solo el cuerpo, sino también la conciencia espiritual de un pueblo en transformación. No obstante, otras civilizaciones tenían otros nombres: Chi, el Soma o Prana, el elixir de la vida, la piedra filosofal, pan blanco.

     Cada una de esas culturas le dan poderes extraordinarios al “oro en estado monoatómico”, desde: inmortalidad, capacidad vibrar a alta frecuencia, regeneración celular, aumento del coeficiente intelectual, hasta poderes mágicos para curar enfermedades. 
     Pero, ¿qué tiene que ver la glándula pineal, el corazón y la visión espiritual?


     La glándula pineal, llamada por Descartes "el asiento del alma", se asocia con la percepción espiritual, los sueños y estados místicos. Produce melanina y posiblemente DMT, una sustancia que algunos vinculan con visiones profundas. 

     El consumo de ORMES, según sus defensores, contribuiría a descalcificar esta glándula, restableciendo su función original como puente entre el mundo físico y el espiritual:

  • Activa la glándula pineal
  • Aumenta la percepción espiritual
  • Desbloquea traumas emocionales
  • conecta al ser humano con su propósito divino

     "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." (Mateo 5:8)

       No obstante, cuando Jesús dice: "La lámpara del cuerpo es el ojo; si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz." (Mateo 6:22). ¿Estará haciendo referencia a la glándula pineal?

     ¡La humanidad necesita un despertar! No basta con activar  glándulas o potenciar el cuerpo; Dios busca corazones transformados. No anhela meros cuerpos perfeccionados, sino almas renovadas. Las élites temen al ORMES no por su química, sino porque revela una verdad incómoda: el poder dormido en el hombre es, ante todo, espiritual

     ¿De qué sirve dominar la materia si el alma sigue esclava?

     Un nuevo mundo nace cuando despiertan tanto las células como la conciencia. Y ese despertar... empieza en el corazón.

     ¿Por qué solo los jóvenes entraron a la Tierra Prometida?

     "En este desierto caerán vuestros cuerpos...ninguno de los que murmuraron contra mí entrará en la tierra..." (Números 14:29-30)


     ¿Por qué los adultos murieron en el desierto? ¿Acaso su "glándula pineal espiritual" ya estaba endurecida o calcificada por la cultura de Egipto? ¿Acaso sus corazones no estaban listos para ver la tierra de la promesa?

     "Tienen el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón." (Efesios 4:18).

Nube de ORMES
     El verdadero cambio no era físico, ni hormonal, ni energético. Era espiritual: Dios buscaba una generación de corazones nuevos, listos para recibir una nueva visión.

    No obstante, ¿Cómo nos enteramos de la existencia de ORMES en estos tiempos modernos?

     En 1975, un granjero de Arizona notó un fenómeno inusual en sus cultivos y contrató científicos para investigar. Lo que descubrieron fue un polvo blanco con propiedades superconductoras, que fue bautizado como ORMES. Desde entonces, pequeños laboratorios independientes han intentado replicar este polvo, basándose en procesos químicos que incluyen el uso de agua de mar alcalinizada hasta un PH de 10.74.

     Aunque no reconocidas oficialmente por la ciencia médica, las propiedades que se atribuyen al oro monoatómico son extraordinarias:

  • Estimula la regeneración celular
  • Mejora la actividad cerebral y la memoria
  • Elimina células cancerígenas
  • Desintoxica la glándula pineal
  • Aumenta la longevidad y reduce los signos de envejecimiento
  • Refuerza el sistema inmunológico
  • Promueve estados de meditación profunda
  • Eleva la vibración energética y espiritual
  • Reactiva genes considerados "basura" por la ciencia
  • Corrige defectos en el ADN
  • Mejora la fertilidad del suelo y la calidad de los frutos 
    
     ¿Por qué no se promueve el ORMES a gran escala? 

Polvo de ORMES
     
La respuesta puede ser incomoda. Las grandes farmacéuticas no tendrían interés en un compuesto natural que fortalece el cuerpo, estimula la conciencia y podría disminuir la dependencia de medicamentos. Del mismo modo, el despertar de la conciencia colectiva podría desestabilizar el orden de poder que las élites han construido.

     En otras palabras: la verdad puede liberar, pero también incomoda a quienes se lucran con la ignorancia y la enfermedad.

    
Nueces tratadas con ORMES
      La Biblia y la alquimia, lejos de estar en conflicto, pueden revelar aspectos ocultos de la obra de Dios en la historia. El maná fue más que  comida. Fue medicina espiritual. El polvo del becerro fue más que juicio. Fue purificación. Y aunque Jesús no vino a "activar chakras" ni a "descalcificar glándulas". Vino a purificar corazones para que el hombre, liberado de la escoria del ego, pueda ver a Dios desde la conciencia despierta. 

     Y el ORMES, si bien no debe reemplazar la fe ni convertirse en ídolo moderno, nos recuerda que Dios ha puesto en la creación herramientas de sincronía para nuestro bienestar físico, mental y espiritual. No se trata de superstición, sino de una invitación a recuperar lo que quizás se nos fue arrebatado: el acceso directo a nuestra esencia divina ayudando al templo corporal a sintonizar con frecuencias más altas.

     "¡Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres!" (Juan 8:32)

¡Dios los bendiga rica y abundantemente!  

Frank Zorrilla