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| Diseño interno del RFID |
Según el libro de Apocalipsis, Juan, desterrado en la isla de Patmos, recibió una revelación de Jesucristo transmitida por un ángel, con el propósito de dar a conocer a los siervos de Dios "las cosas que debían suceder pronto" (Apocalipsis 1:1). En sus visiones, Juan describe una distinción o señal muy inquietante que identificará con certeza a las personas.
"Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre." (Apocalipsis 13:16-17)
En el lenguaje simbólico compartido con el libro de Daniel, el término “Bestia” está metafóricamente relacionada a “Un gobierno terrenal o quizás, a una potencia mundial”. Por lo tanto, la profecía sugiere que en el futuro un sistema global impondrá por la fuerza un distintivo universal que identificará y controlará a los seres humanos.
Una información filtrada a los medios, dio a conocer que la corporación Scinet-Corp inició en 2011 una campaña de distribución de ayuda humanitaria —que incluía vacunación y alimentos— utilizando “Certificados digitales” basados en la tecnología chipless de radio frecuencia (RFID). Este sistema permitía a la población adquirir productos básicos como agua, pan, alimentos deshidratados, medicina y productos lácteos en zonas afectadas por desastres.
En este contexto, pongamos atención a la declaración hecha por uno de los hombres más poderosos del mundo en una cena de embajadores de la ONU:
"Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial." —David Rockefeller
Vivimos en una época de convulsiones, donde el crecimiento demográfico es, según expertos, difícil de controlar; y donde la distribución de la riqueza y la erradicación de la pobreza son utopías filosóficas aplicables solo a una realidad ilusoria. Ante este panorama, las élites buscan prevenir crisis pandemias, económicas o ambientales mediante el uso del poder y la ciencia, especialmente la nanotecnología, como aliadas.
Como señaló Ernst Jünger:
"La técnica no reposa ya al servicio del hombre: el hombre ha pasado a ser el apéndice de su propia creación."
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| Príncipe Felipe de Edimburgo |
Como señaló Maquiavelo:
"El que controla el miedo de los hombres se convierte en su dueño."
¿Acaso somos tan ingenuos en pensar que estamos distantes de esa realidad tan funesta?
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| Imposición Vs Colaboración |
La frase de Yuval Noah Harari al decir: "El que controla los datos, controla el futuro." resulta elocuente, no obstante, preocupa cuando señala:
"El cuerpo humano está siendo convertido en el último algoritmo."
Este proceso de aceptación gradual se construye sobre la comodidad y la percepción de seguridad, allanando el camino hacia una identificación total de las personas.
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| Figura 1. Dispositivo de rastreo |
La historia demuestra que cada crisis ha sido el catalizador para la aceptación de medidas impensables. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, numerosos países intensificaron sus medidas de seguridad, adoptando identificaciones con RFID y sistemas biométricos, supuestamente para combatir el terrorismo. Aunque organizaciones defensoras de derechos civiles alertaron sobre los riesgos, pero el Comité del Departamento de Seguridad Nacional consideró como prioridad la integridad de la nación y puso en vigencia el pasaporte electrónico con RFID.
Lo que se presenta como seguridad, termina siendo vigilancia legitimada.
En 1999, la empresa Applied Digital Solutions desarrolló un microchip RFID de 11mm— similar a un grano de arroz— con 32 bit de memoria, suficiente espacio para almacenar datos personales esenciales y rastrear actividades. Este chip está ensamblado utilizando un cristal especial, el cual tiene la peculiaridad, que una vez implantado en el espacio del músculo tenar (entre el dedo índice y el pulgar) no se puede extraer sin romperse.
Inicialmente utilizado en mascotas (perros, gatos, etc.), hoy se aplica en personas con Alzheimer o en riesgo de secuestro, y se proyecta su uso en empleados de corporaciones y funcionarios públicos.
Las cuantiosas pérdidas ocasionadas por fraudes financieros y robos de identidad aceleran la implantación de estos chips. Instituciones bancarias y gobiernos promueven la desaparición del dinero físico en favor de sistemas digitales más controlables. Iniciativas legales como la ley S1262—propuesta sometida por la ex-senadora Hilary Clinton— y declaraciones de figuras como Scott Silverman, de Applied Digital Solutions, sugieren que nos dirigimos en esa dirección:
"Es probable que muchos millones de personas reciban el microchip en los años por venir."— Scott Silverman
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| Uso del RFID en cosas cotidianas |
Es sólo cuestión de tiempo para que muchas empresas comiencen a implantar chips a sus empleados, y para eso se necesita: ¡Una plataforma tecnológica que sirva de soporte y una crisis!
Ejemplos como el de Suecia, donde en 2016 apenas el 1% de las transacciones se realizaban en efectivo, muestran el avance imparable de la digitalización financiera. Las tarjetas sin contacto son solo el preludio de la aceptación social del chip subcutáneo.
Resulta fascinante ver cómo la tecnología nos condiciona de manera progresiva. Hace un tiempo, para realizar un pago, debíamos introducir fisicamente una tarjeta en un lector. Hoy, un simple gesto de acercarla o tocarla basta para completar la transacción. Es lógico pensar que la evolución natural de esto será el chip implantado bajo nuestra piel.
Jesús mismo advirtió:
"Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá." (Mateo 24:21).
¿Acaso se refirió Jesús a los tiempos del microchip?
Sin lugar a dudas, el microchip RFID simboliza la transición hacia un sistema de control global digital, y plantea una disyuntiva de carácter espiritual:
¿Será el RFID la marca de la bestia que vio Juan? Y si es así, ¿permitiremos el implante?
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| tecnología 5G y desarrollo de IA. |
Los creyentes se verán frente a una disyuntiva espiritual: mantener su fe o someterse al nuevo orden digital.
Aceptar el microchip podría significar comodidad temporal, pero rechazo eterno.
Negarse, en cambio, implicará persecución, exclusión y sacrificio. En palabras de Jesucristo:
"Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro." (Mateo 6:24). Según las Sagradas Escrituras, ¿cuáles serán las consecuencias si aceptamos la implantación que es señal de hombre?
Aceptar este sistema de identificación como la "marca de la bestia" conlleva, según las Escrituras, gravísimas consecuencias espirituales:
“Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y toma la señal en su frente o en su mano, éste también beberá el vino de la ira de Dios; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y del Cordero. Y no tendrán reposo ni de día ni de noche.” (Apocalipsis 14:9-11).
Y ¿cuáles serían las posibles consecuencias si nos rehusamos a la implantación del RFID?-
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| verificación de ticket usando el Chip RFID |
La historia ha demostrado que, el ser humano, en su afán de dominar y asegurar su supervivencia, se somete al control del mismo sistema que dice protegerlo.
Como reflexionó Friedrich Nietzsche:
"El hombre prefiere querer la nada a no querer."
Así, mientras busca seguridad, entrega libertad.
No obstante, Dios promete protección y recompensa eterna para quienes permanezcan firmes:
"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús." (Apocalipsis 14:12)
Lamentablemente, nos acercamos cada día a un tipo de infraestructura de control, de inteligencia artificial y vigilancia total.
La IA es el "ojo que todo lo ve" del siglo XXI. Los sistemas de reconocimiento facial, los pasaportes biométricos y los asistentes digitales convierten cada acción humana en un dato trazable.
Elon Musk, fundador de Tesla y Neuralink, ha advertido:
"La inteligencia artificial podría llegar a ser más peligrosa que las armas nucleares."
Aun así, el mundo marcha ciegamente hacia la integración hombre-máquina. El microchip, el código genético modificado y la neurotecnología convergen en un solo propósito: unificar la información humana bajo una autoridad digital.
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| Caos, crisis, seguridad y un gobierno |
Las crisis—reales o provocadas—se convierten en instrumentos de manipulación. Cuando la humanidad clame por orden, aceptará la marca no como imposición, sino como una colaboración voluntaria con el sistema.
El RFID no es solo un dispositivo: es un símbolo. Representa la transición de una humanidad libre a una humanidad registrada, rastreada y controlada.
La decisión última —seguir fiel a Dios o ceder al dominio del hombre— recae, en definitiva, sobre cada individuo.
"El hombre ha conquistado el átomo, pero no su alma."–Albert Einstein.
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean con ustedes!
Frank Zorrilla














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