martes, 17 de diciembre de 2013

LA GRAN INCOGNITA--¿QUÉ EXISTE DESPUÉS DE LA MUERTE?


Mis queridos amigos y hermanos,

     El poder explicar con certeza algunos fenómenos   sobrenaturales que escapan de la lógica objetiva siempre ha sido de preocupación para la comunidad científica en general. ¿Cómo le das explicación a lo inexplicable o aquello que no tiene sentido?...

     Hoy por hoy, el mundo de la fisiología no desmaya en buscar explicación a ciertos fenómenos paranormales de tendencias esotéricas que se escapan de los términos científicos. Me refiero al "destino del espíritu después de la muerte".
     ¿Qué sucede después de la muerte?, ¿son reales estas experiencias contadas por personas que regresan de la muerte?, ¿qué existe después de la vida terrenal?, ¿qué ocurre cuando morimos?- Para conocer sobre este tema, debemos determinar en primer lugar, cuál será nuestra fuente. En decir, ¡en qué o en quién sustentaremos credibilidad!...  ¿Será en los hombres de ciencia? o ¿en la Palabra dada a los hombres a través de los escritos bíblicos?
     Los postulados o teorías filosóficas pretenden brindar una alternativa netamente científica al tema de la existencia después de la muerte, pero la ciencia pierde su objetividad y propósito cuando se entromete a opinar en áreas que están fuera de su alcance. Existen 3 razones básicas para descartar a la ciencia sobre el origen y la escatología del hombre.
1. La ciencia nunca podrá "hablar científicamente" sobre los orígenes del mundo y del ser humano porque el argumento que esta utiliza se basa en hipótesis nunca demostradas.
2. La ciencia se vuelve vana al explicar el propósito de la existencia humana.
3. La ciencia se vuelve frívola al hablar de los destinos finales del ser humano.
     En estas tres áreas, la ciencia es incapaz de guiar objetivamente al ser humano; porque la ciencia jamás encontrará las respuestas a estas incógnitas en un tubo de ensayo de un laboratorio. 

     En estas tres áreas, la ciencia cambia el tubo del laboratorio por la "filosofía intelectual". Un ejemplo de ello es la llamada: "Teoría de la Evolución". Una teoría que dista muchísimo de ser una ley. Teoría que se encuentra repleta del elemento llamado: "probabilidad" para sostenerse. Esto debido a que su postulado está colmado de palabras que involucran duda filosófica de carácter metódico. Si deseas comprobarlo, lee la teoría de la evolución”, y te encontrarás con palabras como: "Se cree"... "Se piensa"... "Se espera"... "Se intuye"... "Se especula"..., Etc. 

     En otras palabras, los postulados científicos se sostienen en su mayoría, por caprichos idealistas cuya plataforma está apoyada en pantanos de confusión; con la fe de que el tiempo pueda demostrar que los principios enunciados en el mismo sean verdad. Entre estos postulados están: "La Teoría de la Evolución, la Teoría Materialista y la Teoría Fatalista".
     ¿Y qué se puede decir de las personas que han experimentado el fenómeno de ECM o “Experiencias Cercanas a la Muerte”?... 

     Me refiero a: los sobrevivientes de ataques al corazón, a personas que han sufrido daño cerebral severos y a pacientes que estuvieron en estado comatoso, los cuales dan testimonio de haber visto destellos de luz, entrar en otra dimensión, encuentros divinos, una visión panorámica de la vida desde su infancia hasta el presente, etc.

     Según los estudios que se realizaron a estas personas, esas visiones fueron  producto de niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) en la sangre, la cual provoca una reacción de funciones mentales o subconsciente dinámico; que dicho sea de paso, es una función independiente de las funciones cerebrales. Este subconsciente dinámico, no es imparcial o absoluto, sino más bien, relativo; porque puede ser manipulado de acuerdo a vivencias que cada persona ha experimentado e inclusive, debido a la influencia de tradiciones, etc. 

     Por lo tanto, esas visiones son puramente manipuladas, por lo que se descarta la posibilidad de que exista una verdad absoluta. La Biblia nos dice: que el que muere nada sabe; porque su memoria es puesta al olvido.” (Eclesiastés 9:5). La muerte es un estado de inconsciencia. Es el cese de actividades y de reacciones químicas y físicas. A este estado de inconsciencia o inactividad, Jesús lo llamó: “estado de reposo”.
     Entonces, ¿Qué pasa con la energía que posee nuestro cuerpo después que morimos?-...
 El libro de Génesis nos habla del soplo de vida que recibió el hombre al ser creado. "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." (Génesis 2:7). Significa que además del peso de la masa corporal (estructura formada con el polvo de la tierra), debe existir esa energía convertida en soplo o aire, y por consiguiente, debe también tener peso. Eso lo demostró el Dr. Duncan MacDougall en el año 1901 a través de observaciones en personas moribundas o a punto de morir. Él observó que perdían 21 gramos de peso una vez expiraban. (esa medición fue constante en los fallecidos que él estudió). No obstante, el mismo experimento se realizó con 15 perros y observó que ninguno perdió peso al morir... Esto es una evidencia contundente de que el libro de Génesis está en lo correcto. 
     Ahora bien, ¿Hacía dónde va esa energía (21 gramos de aire) una vez deja nuestro cuerpo?...
    El hombre de ciencia no encuentra una explicación convincente sobre el destino de esa energía una vez ésta deja el cuerpo. Sólo la Biblia nos da una explicación creíble sobre su destino. Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelve a Dios que lo dio.” (Eclesiastés 12:7).
     Jesús es el mejor caso de la historia humana de una muerte clínica comprobada y que luego de tres días volvió a la vida. Él estuvo realmente en ese estado de reposo”. Azotado, crucificado, clavado en manos y pies, desangrado, comprobada su muerte por militares expertos en torturas mortales. Y no obstante, por si hubiese alguna duda, un soldado atravesó su costado con una lanza para comprobar su estado de inercia.
     No obstante, y para no dejar dudas razonables, soldados del ejército romano custodiaban su tumba para impedir el rapto de un cuerpo lánguido. Sin embargo, esa tumba no pudo retener el cuerpo de Jesús porque volvió a la vida; Jesús resucitó demostrando dominio sobre la muerte como había profetizado. "Porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre" (Juan 10:17-18).
     Jesús es el único caso documentado en la historia humana de alguien que regresó de la muerte para decirnos la verdad acerca del más allá. Jesús dijo que existen solo dos destinos finales: "La gloria eterna" o "la condenación eterna". Esto no es un asunto de creencia religiosa; se trata de una realidad verídica que yace en las indelebles páginas de la historia. Pero por las dudas, haré propia la cita de Albert Einstein cuando quizás bajo la inspiración de lo sobrenatural expresó: "Tratemos de penetrar con nuestros escasos recursos los secretos de la naturaleza y encontraremos que, detrás de todas las concatenaciones discernibles, queda algo sutil, intangible e inexplicable. Veneración por esta fuerza más allá de lo que podemos comprender es mi religión. En ese sentido yo soy, de hecho, religioso".

     ¿Quieres saber cuál es el destino del hombre después de la muerte? - ¡Solo uno tiene la respuesta! Y esa respuesta está enmarcada en un libro escrito por uno de los discípulos, quien recogió las declaraciones del Maestro cuando dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". (Juan 14:6). 

     Por lo tanto, si queremos encontrar la verdad sobre el destino del hombre después de la muerte, Jesús es el único que puede develar el misterio; el único que nos puede guiar y conducir a la vida eterna donde todos nuestros pesares, sufrimientos y quebrantos, serán cosas del pasado.

¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!

Frank Zorrilla





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