Mis queridos amigos y hermanos,
“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” (Daniel 12:4).
Este versículo profético del libro de Daniel —personaje bíblico que vivió según historiadores, en el siglo VI a.C— ha generado debates durante siglos. Hoy, en la era de la tecnología avanzada, su mensaje cobra una resonancia inquietante. Vivimos en un mundo acelerado, interconectado, donde la ciencia ha traspasado los límites de la imaginación humana. ¿Es este el "tiempo del fin" que Daniel anticipó?

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Segunda Revolución Industrial |
Revolución Industrial convirtió la electricidad en la fuerza motriz de una era científica. Se encendió la mecha de la modernidad , y la ciencia se convirtió en el lenguaje de los descubrimientos. Apoyada por la física, la química y las matemáticas, la humanidad comenzó a dominar fenómenos naturales, despertando una sed industrial sin precedentes con el fin de satisfacer ciertas necesidades.
"La ciencia sin religión está coja, la religión sin ciencia está ciega."
—Albert Einstein.
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Industrialización |
Fue durante esta época, cuando surgieron los circuitos eléctricos, junto a componentes como resistores, condensadores e inductores. Más tarde, los tubos al vacío permitieron amplificar señales, abriendo paso a la electrónica.
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Circuito Eléctrico pasivo |
¿Falló Daniel? ¿Se equivocó el profeta?
No. Su profecía no se refería a un momento aislado, sino a un proceso: un crecimiento del conocimiento a mayor escala. No sólo local sino global. No sólo a nivel tecnológico sino a nivel espiritual y, que abarcara a todas las naciones, religiones, tribus y lenguas.
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateos 24:14).
Esa era de la comunicación global inició con la Tercera Revolución Industrial, a finales de los años 70, impulsada por la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones.
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Tercera Revolución Industrial |
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Nanotecnología |
Gracias a estas innovaciones, el mensaje de Cristo podía ahora alcanzar literalmente "a toda nación, tribu, lengua y pueblo". El tiempo del fin se acercaba ... Pero aún no había llegado.
Hoy, en el siglo XXI, la ciencia ha alcanzado niveles que rozan lo divino. La nanotecnología —la fusión de física, química y biología— ha comenzado a modificar la vida desde sus estructuras más pequeñas.
- Se manipulan los Cromosomas en embriones humanos para cambiar características morfológicas del feto para elegir el sexo, color de pelo, color de la piel y color de ojos o la estatura.
- Se debate la posibilidad de clonar seres humanos, un campo plagado de dilemas éticos y espirituales.
"A medida que la tecnología se vuelve omnipotente, la responsabilidad moral se vuelve crucial."
—Yuval Noah Harari.
"La tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para comprenderla."
—Stephen Hawking
No es solo una revolución científica: es una transformación de la esencia misma del ser humano. Y con ella, el riesgo de que el hombre se vea a sí mismo como un dios.
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Cuarta Revolución Industrial |
"Con la inteligencia artificial, estamos convocando al demonio."
—Elon Musk
"la inteligencia artificial no tiene por qué odiarnos para destruirnos. Basta con que sus objetivos no estén alineados con los nuestros."
— Max Tegmark
Vivimos rodeados de máquinas que aprenden, algoritmos que deciden, y redes que conectan no sólo a personas, sino a sistemas y objetos inteligentes. Nunca antes la humanidad había tenido tanto poder... y tanta responsabilidad.
La profecía de Daniel , la visión de Juan en Apocalipsis y las palabras de Jesús convergen claramente con nuestra realidad tecnológica. Pero más allá del asombro, el mensaje sigue siendo espiritual: debemos velar, estar preparados y mantener viva nuestra fe.
"El Dios de la Biblia es también el Dios del genoma. Él puede ser adorado tanto en la catedral como en el laboratorio."
— Francis Collins.
“Velad, pues no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Porque el día y la hora nadie lo sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino sólo el Padre.” (Mateo 24:36,42).
En conclusión , un mundo donde el conocimiento humano ha alcanzado las estrellas, ¿hemos olvidado mirar hacia el cielo buscando al Creador? o
¿Estamos tan ocupados entendiendo el universo, que hemos dejado de preguntarnos por qué fuimos creados?
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!
Frank Zorrilla
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