martes, 29 de octubre de 2019

EL PODER DE TU MARCA PERSONAL


   
Mis queridos amigos y hermanos,

“Ningún hombre puede llevar una cara para sí y otra para la multitud sin quedar al final perplejo por cuál de las dos es la verdadera.”  
Nathaniel Hawthorne.


     ¿Sabias que cada ser humano posee algo único que lo hace distinto a los demás?- 
 
     Esta característica de autenticidad es cómo la huella digital, la cual es exclusiva y propia a cada ser humano. Por lo tanto, nos hace distinguir de los demás de nuestra especie. A esto se le llama: “Marca personal.” Podremos tener características similares a otras personas, pero siempre tendremos ese toque personal que nos diferenciará de los demás. En la medida como aprendemos a canalizar esa marca personal, ésta nos dará poder para transmitir, liderar e influenciar a otros. 

  Quizás algunos se preguntarán: ¿Para qué o por qué es importante conocer nuestra marca personal?...

 ¿Acaso me dará ventaja sobre los demás competidores, me hará un mejor líder, acrecentará mi relación social, me ayudará a ganar más dinero y respeto? 

      La respuesta es un rotundo: “Sí” Porque no sé si estás enterado, pero según los estudios realizados por sociólogos, la mayoría de las personas que interactúan con otras, se forman una opinión de esa persona en solo 30 segundos de haberle conocido; otros expertos consideran que solo basta 7 segundos. Esto es aún antes de pronunciar una sola palabra… Por eso es importante saber: qué queremos proyectar y poder hacerlo de una manera auténtica y consistente.

     Desde el punto de vista objetivo, es la autenticidad y la consistencia lo que hace que una persona sea única, y que al mismo tiempo, la gente confíe en nosotros… 
 
     Debemos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra marca personal?, ¿Qué piensan o cuál es el mensaje que transmitimos a las personas cuando se interrelacionan con nosotros o cuando mencionan nuestro nombre?... 
 
     Algunas personas no tienen ni idea de lo que proyectan, ya sea con sus palabras o en sus acciones. Es decir, lo dejan a la imaginación y a la especulación. Tengamos claro que lo importante no es, preocuparnos lo que los demás piensen de nosotros, sino más bien, lo que deseamos proyectar en sus mentes. 

     Existen tres pasos esenciales que debemos seguir si queremos perfeccionarnos en proyectar nuestra marca personal. Dicho sea de paso, grandes celebridades y corporaciones comerciales siguen esos pasos para distinguirse de los demás. 
 
Estos pasos son: 
  • Define tu marca personal 
  • Conviértete o proyecta esa marca en tus acciones 
  • Mírate y vive como tu marca personal.

     Recuerda que si no defines quién eres, alguien te definirá. Por lo tanto, es importante que para proyectar tu marca personal, tienes que definirte de manera auténtica y consistente
 
¿Cómo te defines?- Cuidadoso, esmerado, analista, de mente abierta, poderoso, creativo, accesible, amigable, sincero, honesto, compasivo, paciente, leal, bondadoso, atlético, sagaz, inteligente, tolerante, etc. Etc. Una vez te definas, conviértete en eso que te defines ser de una forma auténtica y consistente

     Al seleccionar el adjetivo o los adjetivos que queremos proyectar, tenemos que convertirnos o proyectar auténticamente y de manera consistente ese adjetivo o adjetivos de una manera íntegra y sincera. Es decir: tanto cuando estamos en público como en privado. En eso radica la integridad; ser exactamente lo que decimos que somos, aún cuando nadie nos ve…De lo contrario, sólo seremos el reflejo y copia barata de lo que queremos proyectar. 
 
     No seleccionemos un adjetivo por el mero hecho de elegir uno, porque cada adjetivo requiere una acción. No puedes decir que eres alegre y definirte como tal, cuando todo el mundo sabe que actúas como un amargado y siempre estás triste. Lo mismo si dices que eres muy paciente, y te abruma o irrita la espera.

    Es muy importante tener presente que, nuestra marca personal no la define lo que hacemos, sino más bien, quiénes somos. Otros consideran que somos lo que las personas dicen de nosotros cuando no nos encontramos presentes.
 
 ¿Qué te sucede cuando te miras al espejo?... Y al mirarte, ¿ves la definición de tu marca personal o sólo eres un reflejo fortuito de las circunstancias?... 
 
     Sin lugar a dudas, tu apariencia física es una combinación de tu atuendo y tu actitud. La gente trata contigo en función de su percepción de ti, y aunque lo queramos o no, ¡su percepción es su realidad! Ya sea esta cierta o no.

     Recordemos que podemos ver reflejado nuestro interior al exterior a través de nuestras acciones y en la forma como proyectamos nuestra marca personal, y cuando lo hacemos auténticamente, creamos interacciones positivas, relaciones sólidas y lealtad a largo plazo. Por eso es importante vivir lo que queremos proyectar en todo tiempo.

     Si no lo has hecho todavía, toma el tiempo y comienza a buscar tus adjetivos calificativos que te hacen auténtico y así promocionar tu marca personal. Defínete antes que te definan los demás…Pero recuerda, NO es lo que quieres ser, ni tampoco lo que haces, ya que esto puede cambiar; sino más bien, quién eres de acuerdo a tu criterio personal y que te hace único…
 
     Empieza formulando tu marca personal a través de adjetivos que te califican de acuerdo a tu personalidad…Empieza diciendo: Yo soy….

     La palabra inspirada también nos habla de la autenticidad y la consistencia en nuestras acciones. Jesús nos dice: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” (Mateo 7:16).

      El apóstol Pablo en su carta a los Colosenses nos exhorta: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” (Colosenses 3:22). Dejamos de ser genuinos y auténticos, y al mismo tiempo nos dejamos definir de acuerdo a la psicología social de la apariencia. Decimos tener valores y principios, pero nuestras acciones proyectan dicotomía y caminamos en sentido contrario a nuestras palabras. Es decir, dejamos de ser coherentes.
 
      No entendemos que una vez perdemos la reputación y nuestra marca personal queda en entredicho por inconsistencia, perdemos de paso nuestra credibilidad y generamos desconfianza.

¿Cómo te defines a ti mismo y cuál es la proyección que dejas en los demás?... 
 
     Si todavía no te has definido, no te preocupes, reflexiona en cómo quieres proyectarte, pero recuerda… Debes ser auténtico y consistente para mantener la credibilidad y tu proyección permanezca con tu nombre…


¡Qué el Señor te bendiga y te guarde!

Frank Zorrilla

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