jueves, 29 de agosto de 2013

"LA TRAMPA DIGITAL: CÓMO LAS REDES Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL PONEN EN RIESGO A NUESTROS HIJOS."


Mis queridos amigos y hermanos,


    
Las trampas del Internet
La era digital ha abierto grandes ventanas en el mundo de la comunicación. Como resultado, la interacción entre los seres humanos se ha incrementado a niveles nunca antes visto desde los orígenes de la humanidad. Hoy todo está al alcance de un teclado, un procesador y una pantalla que nos nuestra una imagen.

     ¿Quién imaginaría que, solo mediante combinaciones de dígitos (0,1), podríamos manipular y ejecutar poderosos programas y aplicaciones capaces de generar, en su mayor versión, cambios grandes, novedosos e innovadores? En verdad, el desarrollo del mundo informático es incuestionable. Esta contribución científica ha impulsado positivamente el progreso de la humanidad, y por ello merece reconocimiento. 

     Sin embargo, también existen aspectos profundamente negativos que, lejos de beneficiar, perjudican a la misma sociedad que la tecnología pretende servir. Aspectos que se convierten en herramientas poderosas para alimentar y propagar las bajas pasiones: el sexo desordenado, los vicios, los prejuicios raciales y étnicos, así como la xenofobia, que se esparce como fractal a lo largo del planeta, promoviendo  división e intolerancia entre los seres humanos.


Niños interactuando en las redes sociales
     Si estudiamos las estadísticas ofrecidas por instituciones serias y de prestigio, entre ellas, el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC), Movimiento cristiano JAMA (Jesús Despierta a América), NOP Research Group, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nos sorprenderíamos al descubrir que, en un altísimo porcentaje, las redes cibernéticas se utilizan más para satisfacer el morbo que para fines didácticos o para contribuir al bienestar común de la sociedad.

     El gran engañador de las naciones conoce el poder que reside en la comunicación global y despliega a sus agentes en los cuatro puntos cardinales para corromper, confundir engañar y manipular a la mayoría de la población, valiéndose de la tecnología disponible.

La era digital y los teléfonos inteligentes
     El filosofo griego Sócrates, visualizó con claridad la relación  entre la ignorancia y el conocimiento cuando dijo: 

“Sólo existe un bien: el conocimiento. Sólo existe un mal: la ignorancia. Pero sólo es útil el conocimiento que nos ayuda a ser mejores.”


     Hoy día, nadie puede negar que el poder de la información puede ser utilizado para manipular conciencias y extraviar a los ingenuos. Pero también es cierto que a mayor conocimiento, mayor es la responsabilidad moral y de la conciencia. Esta es precisamente la paradoja de la era digital:  nos convierte en cómplices conscientes. Nadie puede justificarse ni eximirse de culpa.

Pedófilos en el Internet
     ¿Qué significa ser cómplices conscientes?-

      Significa que, aun conociendo la verdad y los principios correctos, si nos dejamos arrastrar por la abrumadora cantidad de información errónea, nociva y contaminante que circula en los medios digitales, podríamos convertirnos inadvertidamente en repetidores pasivos de esa misma información, ampliando su alcance. En tal caso, seríamos culpables por omisión, sobre todo si lo vemos desde un enfoque de la sumisión patriarcal (es decir, la relación de guía y protección entre padres e hijos)

     Esto exactamente lo que ocurre cuando abandonamos nuestro deber como mentores y dejamos que nuestros hijos, especialmente niños y adolescentes, tengan control absoluto sobre herramientas que dan acceso sin filtros al mundo cibernético. ¿A qué herramientas me refiero?...Exactamente: al ordenador y a al teléfono inteligente. Esos aparatos son los “enemigos que duermen dentro de nuestras puertas”los modernos "caballos de Troya.”

     A simple vista, estos dispositivos no parecen representar un peligro inminente. Pero bien sabemos que el anticristo los utiliza como medios para manifestarse a través de la interconexión entre equipos individuales o descentralizados. Esta conexión técnica se conoce como la “World Wide Web” o, por sus siglas en inglés, “WWW”. Una vez conectados a esta red, cualquier persona puede acceder a un banco de información casi ilimitado y comunicarse con cualquier otro individuo en el planeta. A diferencia de la televisión, esta información no pasa por filtros de aprobación para audiencias específicas.   

     Una vez en línea, la   interacción con otros usuarios puede exponernos a personas desconocidas cuyas intenciones sean negativas o peligrosas. Es el caso de los llamados “lobos cibernéticos”: adultas que se hacen pasar por niños o adolescentes para seducir a menores y llevar a cabo planes perversos. Estos indeseables pedófilos acechan en las redes sociales buscando hostigar sexualmente a los más vulnerables e indefensos que visitan las redes sociales sin supervisión. También es el caso de quienes reclutan jóvenes para fines antisociales y satánicos.
 
     Debemos prestar atención a las palabras del exsecretario de la ONU, Ban Ki-moon, sobre los peligros que enfrentan nuestros hijos en las redes sociales:

 “El mundo virtual ofrece excitante posibilidades para educar a la infancia y ayudar a los niños a convertirse en seres adultos creativos y productivos. Pero tenemos que estar atentos a los peligros que podrían dejar cicatrices indelebles en sus vidas.” 

     Y añade:

     Los niños y los jóvenes figuran entre los usuarios más prolíficos del internet y de los aparatos móviles. Y sin la debida protección, sus valiosas vidas corren graves riesgos en el perverso mundo de los ciberdelincuentes y los pedófilos que siempre están a la búsqueda de presas fáciles."


     La inteligencia artificial está transformando nuestro mundo a gran velocidad. Puede ser una herramienta para el bien, pero también un canal para el engaño y la manipulación. Como creyentes, necesitamos discernimiento espiritual para usarla con responsabilidad y fidelidad. 

     "Todo me es lícito, pero no todo conviene: todo me es lícito, pero no todo edifica." (1 Corintios 10:23).

     Vivimos en un mundo convulsionado y por eso debemos ser cautos. El apóstol Juan es enfático al respecto:

 “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Pero vosotros tenéis la unción del Santo y conoceréis todas las cosas. No he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.” (1Juan2:18-21).

     Y concluye con una exhortación poderosa: 

“Y ahora hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.” (1Juan 2:28).


¡La gracia y las bendiciones de Dios sean con ustedes!


Frank Zorrilla





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