Mis queridos amigos y hermanos,
Las trampas del Internet |
¿Quién imaginaría que sólo combinaciones de dígitos (0,1) podríamos manipular y ejecutar poderosos programas y aplicaciones capaces de, y en su perfil positivo, producir grandes, novedosos e innovadores cambios?...En verdad, el desarrollo en el mundo informático es incuestionable. Este aporte científico ha contribuido positivamente al desarrollo de la humanidad como tal, y por lo tanto, es plausible en lo que a esto respecta. Pero, desafortunadamente, existen aspectos muy negativos de este desarrollo que van en detrimento de la misma sociedad a la que quiere servir. Aspectos que se utilizan como herramientas muy poderosas para alimentar y esparcir las bajas pasiones, como: El sexo, los vicios, prejuicios raciales y étnicos; además de fomentar la xenofobia, que como fractal se esparce a través del globo terráqueo trayendo división e intolerancia entre los seres humanos del planeta.
Niños interactuando en las redes sociales |
El gran engañador de las naciones conoce el poder que existe en la comunicación global y despliega a sus súbditos en todos los puntos cardinales de los continentes, para corromper, confundir engañar y embaucar a la gran mayoría de la población mundial haciendo uso de la tecnología existente.
La era digital y los teléfonos inteligentes |
El filosofo griego Sócrates, visualizó y puntualizó muy eficazmente la relación existente entre la ignorancia y el conocimiento, cuando dijo: “Sólo existe un bien: el conocimiento, sólo existe un mal: la ignorancia. Pero, sólo es útil el conocimiento que nos ayuda a ser mejores”.
Para nadie es un secreto que el poder de la información nos convierte en manipuladores sociales de conciencia y extravíos para los ingenuos. Pero también es cierto, que a mayor conocimiento de causa, más acrecentamiento de agravio y de cargas morales y concienciales. Y es precisamente ese contraste de la era digital la que nos incluye a todos por igual y nos convierte en cómplices juiciosos; por lo que nadie puede justificarse o eximirse de culpa.
Pedófilos en el Internet |
¿Qué significa ser cómplices juiciosos?- Que si a sabiendas del conocimiento de la sana doctrina, nos dejamos persuadir por el gran volumen de errática, nociva y contaminada información que aparece en los medios informáticos de la comunicación moderna, podríamos ser utilizados inadvertidamente para servir como repetidores pasivos para diseminar, permitir, y ampliar el radio de acción de tal información. En tal caso, seríamos culpables por inherencia si lo vemos desde el aspecto de *sumisión patriarcal (me refiero a la sumisión que existe en la relación entre los padres y los hijos). Esto es precisamente lo que sucede cuando abandonamos nuestro deber como mentores de nuestros vástagos, y permitimos que estos, (especialmente los niños y adolescentes) tengan control absoluto de instrumentos o herramientas para entrar en el mundo cibernético. ¿Sabes acaso a qué instrumentos me refiero?...Tienes razón, me refiero al Ordenador de datos informáticos y a los teléfonos inteligentes. Esos aparatos son los “enemigos que duermen dentro de nuestras puertas”, “los caballos de Troya modernos”.
A simple vista, esos aparatos electrónicos que mencioné, y que tanto han evolucionado al mundo industrial, no representan ningún peligro inminente; pero bien sabemos que Satanás los utiliza como medio para manifestarse a través del enlace que se realiza en la interconexión entre equipos individuales o descentralizados. Enlace que técnicamente se conoce como: “Red Mundial Ancha” o por sus siglas en ingles, “WWW”. Una vez estos aparatos se conectan al mencionado sistema de redes o al ciberespacio, la persona que manipula el teclado, tiene acceso a un ilimitado banco de información e interacción con cualquier entidad o persona del planeta que tenga otro equipo similar. Información que a diferencia de los programas televisados, carecen de un patrón de aprobación para las diversas audiencias.
Una vez conectado a la red, el enlace de comunicación virtual o interacción con el receptor-transmisor (esa otra persona con la que se establece una comunicación), puede ser una persona desconocida cuyas intenciones pueden ser desfavorables o negativas. Es el caso de los numerosos “lobos cibernéticos de la red” (personas adultas que se hacen pasar por niños o adolescentes para llevar a cabo sus malévolos y lóbregos planes de seducción). Estos indeseables pedófilos recorren las redes sociales para hostigar sexualmente a los más vulnerables e indefensos que visitan las redes sociales sin supervisión. También es el caso de los que utilizan esos medios para reclutar adeptos a ciertos grupos antisociales con fines perversos y satánicos.
En este mundo convulsionado en que vivimos debemos ser cautos. El apóstol Juan es enfático al respecto: “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Pero vosotros tenéis la unción del Santo y conoceréis todas las cosas. No he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad”. (1Juan2:18-21).
Y por último, un gran consejo del apóstol: “Y ahora hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.” (1Juan 2:28).
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean con ustedes!
Frank Zorrilla
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