Mis queridos amigos y hermanos,
Entre los
hermosos poemas que escribió el filósofo y humanista Andrés Bello, se encuentra
uno en particular cuyos preciosos versos elevan una plegaria al cielo intercediendo por aquellos seres mortales que
necesitan benevolencia y perdón. El poema al que me refiero, tiene como título:
"La oración por todos." Y en este día tan especial, cuando observamos
la tradición griega de brindar tributo y homenaje al ser escogido por Dios para
henchid la Tierra, quisiera compartir parte de ese poema.
"Y ante todo, ruega a Dios por tu madre:
por aquella que te dio el ser, y la mitad más bella
de su existencia ha vinculado en él;
que en su seno hospedó tu joven alma,
de una llama celeste desprendida;
y haciendo dos porciones de la vida,
por aquella que te dio el ser, y la mitad más bella
de su existencia ha vinculado en él;
que en su seno hospedó tu joven alma,
de una llama celeste desprendida;
y haciendo dos porciones de la vida,
tomó el acíbar y te dio la miel"...
Andrés Bello
A través de toda la primorosa composición de estos versos, se puede percibir cierta melancolía esmaltada de exquisitas reflexiones hechas con suma delicadeza y acierto. De pensamientos hermosamente poéticos, donde se resaltan las cualidades de un ser especial. Me refiero a "la mujer convertida en Madre"...
A través de toda la primorosa composición de estos versos, se puede percibir cierta melancolía esmaltada de exquisitas reflexiones hechas con suma delicadeza y acierto. De pensamientos hermosamente poéticos, donde se resaltan las cualidades de un ser especial. Me refiero a "la mujer convertida en Madre"...
De aquel ser, que cómo bien dice
el poema,"se bebió el jugo denso y amargo del aloe (acíbar), y en su lugar, te
dio a beber sustancia dulce (miel)"...
Sin lugar a dudas, todos estamos en
deuda con la que nos dio el ser. Con aquella que nos brindó sus embelesos; con
aquella que nos arrulló en sus brazos. Con aquella que sufrió largas noches de
insomnio para estar atenta a nuestro cuidado, y cuyo corazón se dio en pedazos,
hasta darnos el corazón entero.
Sólo Dios, por su infinita grandeza y
excelsa majestad puede ser comparado con el amor de madre. Amor incondicional
que sobrepasa todas las barreras imaginables. Su valor es inmensurable y
representa al Creador mismo, cómo fuente de la existencia.
El 5to mandamiento de la ley divina nos dice: "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da." (Éxodo 20:12).
Cómo podemos
observar, este mandamiento es un mandamiento con promesa de bendiciones
para aquellos que, respetan, aprecian, enaltecen, ennoblecen, distinguen y
galardonan a los seres que utilizó Dios para darnos la vida. Notemos que en
este mandamiento, Dios no provee una medida de tiempo específica. Lo que
significa: ¡Qué debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre todos los
días!, y mientras obedezcamos esa instrucción, el Señor promete que alargará
nuestros días sobre la Tierra.
Desafortunadamente,
en estos tiempos modernos en que vivimos, las campañas mediáticas llevadas a
cabo a través de los medios de difusión en masa, como son: programas
televisivos, cine y la red cibernética, de una forma muy suspicaz, pero efectiva;
fortalecen y auspician la invalidación del respeto que se debe
guardar a nuestros progenitores, aludiendo a la "igualdad de
derechos" que poseen las personas como seres individuales. Otros en cambio, consideran que estos programas sólo hacen eco de la realidad patética en la que vivimos donde se enfatizan los factores sociológicos centrados en el
carácter o interrelación abierta que existe entre padres y vástagos en una
nueva sociedad con nuevos valores.
Una gran cantidad de
jóvenes al igual que adultos, se dejan influenciar negativamente por seres
espiritualmente antagónicos a los designios divinos, y viven bajo tinieblas
espirituales. Y bajo esa manipulación subconsciente, actúan denigrantemente:
Levantan la voz a su madre, le pegan, la menosprecian, la humillan. En algunos
casos, se avergüenzan de ella, quizás por su condición humilde. Algunos la
abandonan, y otros, ni siquiera la toman en cuenta…Más cínicamente, un mísero
día al año, "el día pagano de la tradición griega", se acuerdan de
esa mujer que se sacrificó para darle el sustento de vida, educación y
cuidados; y le traen un regalo material, un abrazo hipócrita, y hasta quizás,
manifiesten sentimientos de aprecio, sólo para seguir con la tradición.
Según los psicólogos, este comportamiento
de la juventud en poner a sus padres bajo un escalafón de valores sin
preservar un respeto especial, es muy normal, y es sólo producto de una
"rebeldía psicosocial transitoria" que la juventud moderna
experimenta como parte de su desarrollo.
En honor a la verdad, y sin tener que exagerar, considero que la razón detrás de esos guiones desarrollados por actores en los medios televisivos donde no existe ningún tipo de respeto en la interacción entre madre e hijo, no son más que tácticas diabólicas con la finalidad de estimular y forjar un comportamiento contraproducente y nocivo al designio divino dado en el 5to mandamiento.
En honor a la verdad, y sin tener que exagerar, considero que la razón detrás de esos guiones desarrollados por actores en los medios televisivos donde no existe ningún tipo de respeto en la interacción entre madre e hijo, no son más que tácticas diabólicas con la finalidad de estimular y forjar un comportamiento contraproducente y nocivo al designio divino dado en el 5to mandamiento.
Lastimosamente, son
muchos los que se dejan persuadir por estas corrientes satánicas cuyo plan no
es más que quebrantar los cimientos de una relación saludable entre padres e
hijos. Debemos recordar que el enemigo de las naciones no desea nuestro
bienestar, pues como ladrón, sólo se acerca para hurtar, matar y destruir; más
la obediencia hacia Dios, para dar abundancia de días.
Sigamos el
consejo sabio del apóstol Pablo cuando nos sugiere: "Hijos, obedeced en el
Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre,
que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de
larga vida sobre la Tierra." (Efesios 6:1-3).
Aprecia el amor de tu madre; distínguela entre las demás mujeres, quiérela inmensurablemente porque es única. Hónrala todos los días mientras Dios te concede la bendición de tenerla contigo físicamente. Mantén ese lazo de comunicación e interacción con ella; no importa que hayas formado familia o que te hayas relocalizado a otro país o región.
Recuerda que es tu deber como persona agradecida, honrar todos los días de tu existencia, a ese ser que te dio la vida. Y aquellos que no tienen el privilegio de tenerla con vida, recordemos que Dios en su benignidad y amor, promete juntarnos nuevamente con esa madre que nos dio el ser para estar junto a ella por "¡TODA LA ETERNIDAD!"...
¡Feliz día de las Madres, mi querida vieja!
¡Qué Dios los bendiga rica y abundantemente!
Frank Zorrilla
Aprecia el amor de tu madre; distínguela entre las demás mujeres, quiérela inmensurablemente porque es única. Hónrala todos los días mientras Dios te concede la bendición de tenerla contigo físicamente. Mantén ese lazo de comunicación e interacción con ella; no importa que hayas formado familia o que te hayas relocalizado a otro país o región.
Recuerda que es tu deber como persona agradecida, honrar todos los días de tu existencia, a ese ser que te dio la vida. Y aquellos que no tienen el privilegio de tenerla con vida, recordemos que Dios en su benignidad y amor, promete juntarnos nuevamente con esa madre que nos dio el ser para estar junto a ella por "¡TODA LA ETERNIDAD!"...
¡Feliz día de las Madres, mi querida vieja!
¡Qué Dios los bendiga rica y abundantemente!
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