Mis queridos amigos y hermanos,
Para algunos déspotas, "la indigencia tiene cara de huérfana o es sinónimo de desamparo. Padece de ingenuidad y adolece de sentido común; por lo que es propicia para vender sueños quiméricos, corromper el espíritu y destruir vidas."
No obstante, en la cúspide de la justicia: aberrantes y tropelías se cometen sin cesar en contra de éstos; los más desamparados y menesterosos, porque viven a merced de un sistema con una justicia ciega, sorda y muda.
No obstante, en la cúspide de la justicia: aberrantes y tropelías se cometen sin cesar en contra de éstos; los más desamparados y menesterosos, porque viven a merced de un sistema con una justicia ciega, sorda y muda.
Como dice un viejo refrán popular: "La necesidad tiene cara de hereje", dicho que proviene del aforismo jurídico: “la necesidad carece de ley.” Es precisamente esa condición humana la que permite en algunos casos, el desafuero o desacato de las normas morales como único medio eficaz de subsistir en una sociedad pluralista plagada de desatinos, donde los valores morales y espirituales son cada vez más escasos dando lugar al incremento de las bajas pasiones usado a seres humanos como mercancía.
Este aforismo: "la necesidad tiene cara de hereje" enclava con la realidad que viven los jóvenes en sectores bajos o marginados, los que son homólogamente comparados con “ovejas sin dueño” o “presas fáciles” para carcomerle la mente con visiones ilusorias. Ilusiones que sólo funcionan en libretos de novela y cuentos de “Cenicientas.”
Esta es la triste y penosa realidad que viven los niños y jóvenes de nuestros barrios marginados. La compra de la dignidad y la libertad por pedófilos y depredadores sexuales, quienes poseen el poder económico y el carisma para atraer a sus víctimas.
Estos sátrapas arteros son capaces de enaltecer sus corazones para corromper usando como estratagema la indigencia o escasez para lograr sus macabros deseos. Mas en el fondo, sus concupiscencias resaltan sus lúgubres ambiciones para dar riendas sueltas a insanas y aberrantes pasiones carnales teniendo como único propósito, satisfacer un ego o quizás un vicio encortinado para guardar las apariencias.
Personas con doble moral del entramado social elitista que cubre: tanto del ambiente político como económico; se aprovechan de sus influencias para comprar consciencia, y se convierten en depredadores deshumanizados formando organizaciones clandestinas de tráfico y esclavitud sexual, muchas veces con una perniciosa complicidad aterradora.
Son miles las niñas, niños y adolescentes que muchas veces, son raptados o los padres se dejan convencer y persuadir de estos depredadores sociales con cara de ángeles o "héroes anónimos", quienes prometen exquisitos y exuberantes sueños para ayudarlos a salir de la pobreza. ¡Sueños que son plagios indecentes de la verdad! ...
En la gran mayoría de los casos, estos actos delincuenciales de tráfico de menores, siempre ocurren en los lugares más marginados o pobres de naciones en vía de desarrollo, donde la justicia siempre está en venta o donde esta práctica genera grandes ganancias a ciertos individuos del poder.
Como sabemos, el desarrollo cognitivo de los seres humanos, es producto de las experiencias vividas bajo un nivel de conciencia y el desarrollo mental a través de la educación y la relación con el entorno social donde vivimos.
Lastimosamente, la falta de una educación eficiente, la ausencia de asesoría espiritual a temprana edad y la carencia de didácticos programas sociales y culturales, permiten que otros medios de aprendizajes tomen control; por lo tanto, el problema se agrava con las agresivas campañas mediáticas que promocionan el liberalismo pluralista. Esto sin olvidar el fenómeno de la "transculturización." Todas esas condiciones mencionadas crean una atmósfera adecuada para que estos lobos rapaces, se lancen a conquistar adeptos en los barrios marginados bajo el amparo de un ineficiente y/o inoperante sistema judicial que tiende a lo inverosímil.
Producto de esta perversa y depravada práctica, niños, niñas y jóvenes adolescentes son usados como: "artefactos humanos"para todo tipo de aberraciones; es decir: para la explotación sexual, trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o para la extracción de órganos.
Lastimosamente, la falta de una educación eficiente, la ausencia de asesoría espiritual a temprana edad y la carencia de didácticos programas sociales y culturales, permiten que otros medios de aprendizajes tomen control; por lo tanto, el problema se agrava con las agresivas campañas mediáticas que promocionan el liberalismo pluralista. Esto sin olvidar el fenómeno de la "transculturización." Todas esas condiciones mencionadas crean una atmósfera adecuada para que estos lobos rapaces, se lancen a conquistar adeptos en los barrios marginados bajo el amparo de un ineficiente y/o inoperante sistema judicial que tiende a lo inverosímil.
Producto de esta perversa y depravada práctica, niños, niñas y jóvenes adolescentes son usados como: "artefactos humanos"para todo tipo de aberraciones; es decir: para la explotación sexual, trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o para la extracción de órganos.
La perversión no tiene límites, porque algunos países promueven el “turismo sexual” de una forma sutil...Inclusive, ofrecen inmunidad y protección a depredadores sexuales y pederastas para impulsar e incrementar la economía; generando así, grandes ganancias para la mafia organizada, cuyos miembros son, en la gran mayoría de los casos, altos dirigentes políticos, empresarios y diversas figuras del ámbito social. Una organización delincuencial bien estructurada, la cual mantiene un monopolio de todas esas actividades ilegales amparadas por el manto de la justicia.
Todas estas acciones delictivas, en contra de los niños y adolescentes son actos criminales y lascivos que van en contra de la dignidad humana y en detrimento de los valores morales y espirituales, y por consiguiente, detracta a gran escala el desarrollo y bienestar de un país o de una nación.
Como es lógico, el daño psicológico de estas abominables prácticas producen en los adolescentes secuelas múltiples, ya que pierden la dignidad y autoestima; y lo que es peor, el posible inicio de una sucesión interminable donde “la víctima, quizás se convertirá en victimario” produciéndose así, ciclos que degenerará en una disfuncionalidad social repugnante. No obstante, también está latente el daño físico al exponerse a diversas enfermedades de transmisión sexual, inclusive arriesgar su integridad física al inmiscuirse con criminales.
Otro efecto adverso es la propiciación de otros adolescentes por referencia; práctica que como un cáncer, crea “metástasis” para contaminar todo el vecindario. Me refiero al fenómeno del “modelo espejo.” Es decir, la imitación o copia de otros adolescentes e inclusive, la incitación para que otros amigos/as se unan a la misma práctica, para obtener mejores dividendos.
La pregunta es: ¿Cómo podemos evitar que nuestros jóvenes y adolescentes caigan en manos de esos desaprensivos?...
La respuesta sensata radicaría primero, en el seno del hogar, a través de la concientienzación, pero si los padres carecen de educación además de valores espirituales y morales, ellos no serán la mejor solución. Y a falta de los padres, el problema se agudiza a niveles logarítmicos.
Se necesitan programas gubernamentales eficaces para concientizar a los padres y a los jóvenes previniéndolos de estos degenerados pederastas hambrientos de sexo, de personas asociadas al narcotráfico, y de aquellos que les prometen una vida de ensueños sin dar nada a cambio. Además, se necesitan instituciones jurídicas fuertes, que dejen caer todo el peso de la justicia a todos los que agredan la integridad de los más vulnerables; ¡nuestros niños y nuestros jóvenes en edad adolescente!
La respuesta sensata radicaría primero, en el seno del hogar, a través de la concientienzación, pero si los padres carecen de educación además de valores espirituales y morales, ellos no serán la mejor solución. Y a falta de los padres, el problema se agudiza a niveles logarítmicos.
Se necesitan programas gubernamentales eficaces para concientizar a los padres y a los jóvenes previniéndolos de estos degenerados pederastas hambrientos de sexo, de personas asociadas al narcotráfico, y de aquellos que les prometen una vida de ensueños sin dar nada a cambio. Además, se necesitan instituciones jurídicas fuertes, que dejen caer todo el peso de la justicia a todos los que agredan la integridad de los más vulnerables; ¡nuestros niños y nuestros jóvenes en edad adolescente!
Si bien es cierto que, es una responsabilidad de los padres, el educar y guiar a sus vástagos por el camino de la cordura, la protección de su integridad física y mental durante la niñez debe ser una prioridad. No permitan que tus hijos sean vulnerables y estén a merced de individuos sin escrúpulos.
En la palabra inspirada encontramos citas muy valiosas sobre lo que los niños representan para el Creador. Él le da prioridad en su reino, porque en sus mentes no existe la malicia ni la pecaminosidad. "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos." (mateo 19:14) e incluso nos manda a cuidarlos y a protegerlos. Entonces, al hacerles daño, no solo es abominable y condenable, es un agravio directo al Creador.
En resumen, el mejor consejo para los padres es: protéjanlos y guíenlos en los caminos de la fe. Ellos son un regalo del Creador.
A los jóvenes y adolescentes, el mejor consejo es: Escudriña las Sagradas Escrituras porque allí podrás.“Recibir prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura.”(Proverbios 1:1)
“Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos. Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extraña. También ella, como robador, acecha, y multiplica entre los hombres los prevaricadores.” (Proverbios 23:26-28).
¡La gracia y las bendiciones de Dios sean contigo!
Frank Zorrilla