viernes, 1 de febrero de 2019

EL CARACTER SINCRÉTICO DE LAS EMOCIONES Y SU INFLUENCIA EN EL ENTRAMADO SOCIAL


Mis queridos amigos y hermanos,


     ¿Alguna vez te has preguntado: Por qué algunas personas adquieren ciertas cosas o avanzan en sus respectivas carreras profesionales, mientras otros, con capacidades similares, pasan desapercibidos?...¿Qué los hace tan especiales? Existe un refrán muy popular en el ambiente laboral que enuncia lo siguiente: “¡No es lo que tú sabes; sino más bien, a quién tú conoces!”, pero esto es sólo parte de la realidad. A decir verdad, la diferencia consiste o estriba en: ¡Cómo nos conectamos con esas personas que conocemos! Por lo tanto, el secreto radica en: “Nuestro estilo y nuestro comportamiento”.
     ¿Has notado alguna vez, ya sea en el ámbito social y/o laboral, donde interactuas con personas que inmediatamente te sientes a gusto; mientras que con otras, no tanto? 

     No es difícil entender que ante este tipo de respuesta de aceptación o rechazo, existe sólo la casualidad. Esto nos conlleva a pensar que, en efecto, cada uno de nosotros aborda el mundo de una forma diferente; con un estilo de comportamiento diferente. Por lo tanto, el secreto radica precisamente, en el “estilo” que utilicemos para armonizar con los demás, es decir: ¡Los que logran comunicarse magistralmente adaptando su enfoque a las necesidades de las personas con las cuales socializan!
     Esta afirmación del párrafo anterior tiene validez en el aspecto de la comunicación-relación interpersonal con todas las personas que nos circundan, es decir: Una relación entre parejas, compañeros de trabajo, familia, etc... Para ser un poquito más descriptivo, puedo hacer mención de un ejemplo muy práctico: Supongamos que visitamos un país donde se habla un idioma diferente al nuestro. Estaríamos completamente desquiciados si pensáramos que ellos (los habitantes de ese país) tienen que aprender nuestro idioma, por la simple razón de que somos visitantes. ¿Verdad que es descabellado?- Esto escapa al sentido común. Pero si sabemos que vamos a visitar ese país, tomamos la iniciativa de aprender ese idioma, entonces podremos comunicarnos y ampliar nuestro radio de acción social. Esto no significa que olvidaremos nuestro idioma, más bien, sólo adaptamos nuestro enfoque a fin de participar más eficazmente con ellos.
     Aunque no lo creas, nuestro estilo de comportamiento, también influye en nuestras actividades sociales. Es tanto así, que cuando existe en nosotros la disponibilidad de adaptarnos al estilo de las otras personas, mostramos un alto grado de respeto hacia ellas.
     Pero, ¿es esa técnica que mencioné en el párrafo anterior un descubrimiento nuevo? ¡No! No es nuevo, la Biblia dice que tenemos que adaptarnos y amoldarnos con el fin de mantener la paz. Nosotros somos los que tenemos que estar dispuestos a cambiar.
     En efecto, el apóstol Pablo, hablando a los moradores de Corinto (Antigua ciudad griega) adopta diferente actitud y estilo de comportamiento para lograr compenetrar en diversos medios sociales: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.” (1Corintios 9:19). Y continúa diciendo: “Me he hecho a los Judíos como Judío, para ganar a los Judíos, a los que están sin ley como si yo estuviera sin ley, para ganar a los que están sin ley. También se hizo débil para ganar a los débiles.” (1 Corintios 9:20-21). Como podemos apreciar, el Apóstol tuvo la sensatez, la inteligencia y la buena voluntad para adaptar su actitud con el fin de lograr pregonar y difundir el evangelio de Cristo.

     El grave problema que existe en la relación de los seres humanos, es pensar que somos únicos, y lo que es bueno para mi, también lo es para otros. No obstante, y para agravar la situación, nuestro orgullo ve como flaqueza el ponernos en los zapatos de los demás; es decir, somos insensibles en adoptar otra postura que no sea la nuestra. Es como una expresión muy conocida en el ambiente americano: “My Way or the highway!”. Expresión que traducida al español sería: ¡Se hace a mi manera o coge tu camino! - Desde luego que este tipo de actitud, sólo conducirá a conflictos que generarán: resentimiento, discordia y enemistad.
     Cuando podamos adaptarnos correctamente con las personas que interactuamos; cuando podamos ajustar nuestro estilo y comportamiento para evitar conflictos, lograremos edificar sólidas y eficientes relaciones con todo tipo de personas…Sí, tienes razón, ¡inclusive con nuestros jefes y personas difíciles de lidiar!
     Debemos dejar la actitud, de que somos el centro del universo y enfocarnos en establecer campos de sinergía que favorezcan la conexión entre energías oscilantes. Esto es: dejar a un lado nuestro mundo microscópico donde sólo vive nuestro orgullo para dar lugar a un panorama donde el ángulo de acción sea más amplio. De esa forma, cambiamos la lupa para divisar un gran mundo macroscópico que incluye y da cabida al aporte que trae consigo la opinión de los demás. ¿Crees que es imposible?... Sólo has el intento de ser como el agua, que cambia su forma dependiendo del contenido, y verás los resultados.

 “La conducta del sabio es como el agua: Carece de sabor, pero a todos complace; carece de color, pero es bella y cautivadora; carece de forma, pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras”. (Confucio).
¡La gracia y bendiciones de Dios sean contigo!

Frank Zorrilla


jueves, 31 de enero de 2019

DIOS NO JUEGA A LOS DADOS: "Existen Evidencias En El Cosmos Que la Ciencia No Puede Negar."


Mis queridos amigos y hermanos,

     Robert Jastrow astrónomo, físico y cosmólogo estadounidense— fue una figura destacada en el ámbito científico, especialmente por su labor desde 1958 en la Agencia Espacial Norteamericana(NASA). En una entrevista publicada por la revista evangélica Christianity Today, el 6 de Agosto de 1982, Jastrow ofreció reflexiones sorprendentes sobre el  Origen del universo y la percepción de la Comunidad Científica al respecto. 

     En dicha entrevista, declaró

      "Ahora vemos cómo la evidencia astronómica apoya el punto de vista bíblico del origen del universo. Los detalles difieren, pero los elementos esenciales en la astronomía y las historias bíblicas del Génesis son los mismos: la cadena de acontecimientos que hicieron posible el origen del hombre y todo cuanto existe, comenzó repentinamente y bruscamente en un determinado momento, en un destello de luz y energía."

       Y agregó, con evidente asombro:

      "¡Considere usted la enormidad del problema! La ciencia ha demostrado que el universo explotó en un momento preciso... Pero, ¿qué causa produjo esa explosión? ¿Quién o qué puso la materia o la energía en el universo? 

     Ante estas preguntas, Jastrow explicó:

      "La ciencia no puede responder a estas preguntas. Según los astrónomos, en los primeros instantes de su existencia, el universo estaba comprimido a un grado extraordinario, consumido por un calor más allá de la imaginación humana. El impacto de ese instante debió haber destruido toda partícula de evidencia que pudiera dar una pista sobre las causas que originaron la gran explosión." 

      (Es relevante recordar aquí que el Gran Colisionador de Hadrones, en Suiza, fue diseñado para encontrar esa partícula primigenia que dio origen al universo. Sin embargo, a pesar de miles de pruebas y cuantiosos recursos, los científicos no han logrado identificarla con certeza). 

      Continúo Jastrow"Existe un extraño anillo de sentimientos y emociones en las reacciones de los científicos ante la evidencia de que el universo tuvo un comienzo súbito o el famoso "Big Bang". Esas emociones provienen del corazón, cuando se esperaría que sus opiniones procedieran del cerebro. ¿Por qué no es así?"

     Y se responde así mismo:

     "Creo que parte de la razón es que los científicos no pueden soportar la idea de un fenómeno natural que no pueda explicarse, incluso con tiempo  y recursos ilimitados. En la ciencia hay una especie de religión: Ellos creen que existe un orden y una armonía en el universo, y que cada evento que sucede en élpuede explicarse de forma racional porque es el producto de algún suceso anterior. Para el científico, no existe una primera causa."

     Luego concluye: 

     "Por consiguiente, esta fe científica es violada por el descubrimiento de que el universo tuvo un comienzo bajo condiciones en las que las leyes físicas conocidas no eran válidas, y que fue producto de fuerza mayor o circunstancias desconocidas, que no podemos descubrir. Cuando esto sucede, nosotros, los científicos, perdemos el control. Y si realmente examináramos las implicaciones de ello, quedaríamos traumatizados." 

      Me pregunto: 

     ¿Por qué traumatizarse si Isaac Newton, ya lo había manifestado en su obra Principios matemáticos de filosofía natural, publicado en 1687?

      “Este bellísimo sistema compuesto por el Sol, los planetas y los cometas no pudo menos que haber sido creado por consejo y dominio de un Ente poderoso e inteligente...El Dios Supremo es un Ser eterno, infinito, absolutamente perfecto.” Isaac Newton

     Tras exponer su visión científica, Jastrow concluye con una metáfora poderosa:

     "Para el científico que ha vivido basando su fe en el poder de la razón, la historia termina como un mal sueño. Ha escalado las montañas de la ignorancia, está a punto de conquistar la cumbre final... Se estira para ganar la roca final... y al llegar a la cima, es recibido por un puñado de teólogos que han estado sentado allí por siglos."


     Es como si  Jastrow, hiciera eco de las palabras del físico Max Planck, Premio Nobel de Física en 1918:

 Para los creyentes, Dios está al principio. Para los científicos, está al final de todas sus reflexiones.”

     Tal como expreso en el prólogo de mi libro Conociendo a Dios a través de la ciencia:

 "Los postulados de la ciencia no contradicen la existencia de Dios; al contrario, la confirman." 

      Aunque algunos científicos se resistan por orgullo a reconocer a Dios como Creador, las evidencias son claras: hubo una intervención superior en el origen del universo. Lo vemos reflejado en uno de los mandamientos bíblicos: 

     “ Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día.” (Génesis 20:11).

     Cuánta razón tenía el salmista cuando dijó:

     "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová." (Salmo 111:10).  

     A menudo el hombre no reconoce a Dios por ignorancia. Por paradójico que parezca, Francis Bacon acertó al decir:

   “Poca ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia conduce siempre a Él.”  

      A lo largo de la historia, muchos hombres de ciencia, mientras más se adentraban en el estudio del universo, más sólida se hacía su fe. Sabían que nada es fortuito o casual. Como expresó con sarcasmo Albert Einstein:

 “¡Dios no juega al azar, ni tampoco a los dados!” 

     Mientras más se desarrolle la ciencia y el hombre intente desplazar a Dios, más evidencias surgirán que confirmen su existencia. Porque, existe una constante:
 un Arquitecto Supremo que ha dejado sus huellas en todo lo creado.  

  “El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.” Albert Einstein.

        Termino esta reflexión con el testimonio de un filósofo que defendió el ateísmo durante medio siglo. Me refiero a Antony Flew, quien en 2004, a los 81 años, abandonó su filosofía materialista. Tras décadas de estudio y observaciones científicas, admitió:
 
     “Ahora creo que el universo fue creado por una inteligencia infinita, y que las intrincadas leyes del universo ponen de manifiesto lo que los científicos  llaman "la Mente de Dios". Creo ahora que la vida y la reproducción tienen un origen divino.


¡Qué Dios los bendiga rica y abundantemente!


 Frank Zorrilla